El escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa defendió el trabajo de los "héroes anónimos" como vía para acabar con la corrupción y aseguró que es necesario incentivar a las personas más decentes y brillantes para que hagan política.
Durante la presentación de su novela "El héroe discreto" el miércoles en Madrid, la primera tras recibir el Premio Nobel de Literatura en 2010, el autor definió la corrupción como "un cáncer que socava las instituciones".
"En la clase política hay mucha corrupción, mucha mediocridad, mucha ineptitud", sostuvo.
"La política tiene muy mala imagen hoy en día. Si queremos tener políticos más decentes, más brillantes y más creativos necesitamos incentivar a las personas más decentes, más brillantes y más creativas a hacer política", añadió. "Las sociedades tienen las clases políticas que merecen".
El escritor, con un rostro serio y vestido con un traje marrón oscuro, entrelazó comentarios sobre la actualidad política española y latinoamericana con explicaciones sobre su nuevo libro de ficción.
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En su novela, en la que revive a muchos de sus antiguos personajes como el sargento Lituma o doña Lucrecia, cede el protagonismo a "héroes anónimos" que no se resignan a ceder al chantaje o a aceptar las convenciones de su clase.
Luciendo un tupido pelo blanco, el novelista y ensayista de 77 años dijo que también los protagonistas de su nueva obra, que cuenta la historia de un pequeño empresario extorsionado en la localidad peruana de Piura, se enfrentan al reto de la corrupción.
"La corrupción es un cáncer que socava las instituciones, que propaga el cinismo", dijo Vargas Llosa, que también tiene nacionalidad española, un país inmerso en diversos escándalos de corrupción que afectan a los dos partidos políticos mayoritarios.
"Es un problema de todas sociedades modernas", agregó el autor.
El Nobel de Literatura, que fue derrotado en las elecciones presidenciales de Perú en 1990 por Alberto Fujimori, se refirió asimismo a la crisis de legitimidad que sufren muchas figuras políticas en la actualidad.
"Muchas sociedades han pasado del horror al progreso, a la modernidad, a la legalidad, a la decencia, a la libertad, gracias a que las buenas gentes han tomado el protagonismo. Ese es el tema de esta novela".
"Son héroes anónimos que no llegan a la primera plana de los periódicos. Pero lo que hace que progrese una sociedad son esos héroes", sostuvo.
Vargas Llosa, ganador de premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1986, también reprobó el nacionalismo durante su rueda de prensa en Madrid, celebrada el mismo día en que cientos de miles de personas estaban llamadas a manifestarse a favor de la independencia de Cataluña conmemorando la fiesta de la Diada.
"El nacionalismo es el regreso a la tribu, la abdicación de la responsabilidad, de la obligación de tener que elegir uno su propia vida. Por eso yo he combatido siempre el nacionalismo", dijo.
Reuters