Aniversario de fundación de La Paz. El 80% de la población citadina nació en el municipio


El legado que quedó plasmado en la ropa. En 2012, la Alcaldía realizó una encuesta por muestreo a 3.780 hogares. Los macrodistritos más pobres por ingresos per cápita son Hampaturi y Periférica

El 80% de la población citadina de La Paz nació en el municipio

image Ciudadanos transitan por la calle Comercio en La Paz. Foto: Angel Illanes.



La Razón / La Paz, Bolivia

¿Quién y cómo es el habitante del municipio de La Paz? Según una investigación edil, el 80% de su población nació en el municipio, el 97,3% habla castellano y el 64,7% se considera no indígena. El ingreso per cápita de sus hogares no pobres oscila entre Bs 1.195 y Bs 4.687.   

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La investigación “Medición de la Pobreza en el Municipio de La Paz”, de la Dirección de Investigación e Información Municipal, dependiente de la Oficialía Mayor de Planificación para el Desarrollo, da algunas pautas sobre La Paz y los paceños.

La Paz, que según el Censo de Población y Vivienda 2012 tiene 764.617 habitantes, se halla dividida administrativamente en nueve macrodistritos, siete urbanos (Centro, Cotahuma, San Antonio, Periférica, Max Paredes, Sur y Mallasa) y dos rurales (Zongo y Hampaturi).

El estudio sobre la pobreza fue presentado en septiembre. La recolección de datos efectuada en 2012 —antes del Censo Nacional de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística (INE)— se hizo a través de una encuesta por muestreo a 3.780 hogares de los 21 distritos urbanos y dos rurales que tiene el municipio.

“Nuestro objetivo era identificar cuáles son los determinantes de la pobreza y cuál es la situación en el municipio de La Paz considerando diferentes metodologías para tener una lectura correcta”, explicó el director de Investigación e Información edil, Marcelo Arroyo.

El énfasis fue puesto en la medición de la pobreza, pero el estudio arroja datos que permiten trazar un retrato preliminar del poblador de La Paz, que será corroborado o descartado cuando el INE dé a conocer los resultados del censo por municipios.

La investigación hecha por tierra el mito de que hay más inmigrantes que paceños en La Paz. El 80% de los encuestados dijo que nació en el municipio; el 18,9%, que proviene de otro lugar de Bolivia; y el 1,1% declaró que procede de otro país.

“El macrodistrito con mayor proporción de población que nació en otro lugar del país es Mallasa, con el 24,2% de habitantes, mientras que en el Macrodistrito Sur es donde habita la mayor proporción de extranjeros (1,7%)”, señala el documento.

¿En qué idioma aprendió a hablar? El 87,7% respondió que en castellano, frente al 8,3% que lo hizo en  aymara y el 1,1%, en quechua.  Asimismo, cuando se les consultó qué idiomas habla habitualmente, 99,5% mencionó el español; el 16,2%, el aymara; y el 5,9%, algún idioma extranjero (inglés, por ejemplo).  

Los macros donde el idioma habitual es el aymara son: Zongo (18,6%), Hampaturi  (16,3%), Mallasa (7,8%) y Cotahuma (4,8%).Por la importancia de la población indígena para la formulación de políticas, la encuesta trató de identificar cuántos son y dónde están.

Los resultados muestran que el 64,7% de los paceños no se considera indígena, mientras que el 27,3% fue catalogado como “adscrito” (cuando el encuestado dijo pertenecer a algún pueblo indígena, aunque no habla un idioma nativo y/o no aprendió a hablar en un idioma nativo) y el 8% declaró que pertenece a un pueblo indígena, además de que se expresa en su lengua nativa.

En Hampaturi se halla la mayor proporción (83,3%), le sigue Zongo (78,5%), Max Paredes (37,3%) y Mallasa (30,7%). Del 35,3% que afirmó ser indígena (adscrito o no), la mayoría se identificó con la nación aymara.

En contraste, en el área urbana, en el Macrodistrito Centro se halla el mayor porcentaje de quienes no se consideran indígenas (83,5%). Le siguen los macros Sur (63,4%), Periférica (65,6%) y Cotahuma (60,8%).

El 95,6% de la población de 15 años y más proyectada para 2012 (671.465) reportó que sabe leer y escribir, y el nivel más alto de instrucción de sus habitantes se concentra en el nivel Secundario (32,8%), seguido de quienes tienen estudios superiores (32,1%).

La encuesta también consultó sobre los tipos de vivienda y halló que el 57,3% vive en casas, y el 54,3% dijo que cuenta con techo propio. Respecto a las condiciones de la construcción, en el área urbana se estableció que tres de cuatro casas están edificadas con ladrillos.

La investigación realizó un abordaje multidimensional de la medición de la pobreza: método de la línea de la pobreza, pobreza por ingresos y por gasto.  Los valores de la Línea de Pobreza 2012 para el municipio fueron obtenidos actualizando los de la Línea de Pobreza calculados por la Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (Udape) para 2011, con base en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de La Paz con el dato de agosto de 2012.Pobreza. “Se ha establecido que la línea de pobreza promedio para el municipio de La Paz es de Bs 622,25. Toda la población que está por encima de este nivel (66,2%) es considerada no pobre, mientras que la que está por debajo es considerada pobre (33,8%, 293.000 personas)”, explicó el funcionario municipal.

La línea de la pobreza extrema es de Bs 360 en promedio y con este método los macros con mayor población pobre son Zongo ( 64,6%),  Hampaturi (42,7%) y Periférica (42,0%), y —contrariamente a lo que se cree— los menos pobres están en el macro Centro (25,3%) y Sur (28,2%).

¿Qué significa ser pobre? Para el 84,7% de los hogares representa “no tener acceso a los servicios básicos (agua, electricidad, etc.)”, frente a otras variables como carecer de ingresos, educación, vivienda o no poder comprar suficientes alimentos.

“Uno de los principales problemas, relacionado a las Necesidades Básicas Insatisfechas, es el hacinamiento y la falta de habitaciones en las viviendas, que afecta sobre todo a los macrodistritos Max Paredes (54,1%) y Periférica (44,6%), así como a los rurales Zongo y Hampaturi, con valores por encima del 70%.

En cuanto a la categorización de los nueve macros de La Paz por ingreso per cápita, Hampaturi tiene el menor (Bs 762,2 mensuales), seguido por Periférica (Bs 984,6 mensuales). En el otro extremo se hallan el Macro Sur (Bs 1986,6 mensuales ) y Centro (Bs 1462,5 mensuales).

El documento, explicó Arroyo, ayudará a precisar las tareas que se deben realizar a futuro en el marco del Plan de Desarrollo Municipal quinquenal y el Plan La Paz 2040.

El capitán español Alonso de Mendoza fundó el 20 de octubre de 1548 la ciudad de Nuestra Señora de La Paz en la población de Laja. Sin embargo, tres días después, debido a la falta de corrientes de agua, la ciudada fue trasladada al valle de Chuquiago Marka.

Datos para conocer a La Paz

La superficie  total del municipio de La Paz es de 2.012 km2, 180   km2 pertenecen al área urbana y 1.832 km2, al área rural. La ciudad de La Paz se halla a 3.625 metros sobre el nivel del mar. En el municipio hay al menos 556  juntas vecinales que equivalen a igual  cantidad de barrios.

Los ríos más importantes son el Choqueyapu, que cruza toda la urbe de norte a sur, y los ríos Orkojahuira e Irpavi, que van desde el noreste hacia el sur.

La pobreza por acceso a los servicios cae a 19,6%

Aproximadamente el 82,1% de los hogares paceños aún utiliza GLP para cocinarHay diferentes métodos para medir la pobreza y uno de ellos es el acceso a los servicios básicos. Si se toma en cuenta este indicador, ésta se redujo del 34% en 2004 (Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas, Udape) al 19,6% en 2012, según el estudio “Medición de la Pobreza en el Municipio de La Paz”, efectuado por la Dirección de Investigación e Información Municipal, que depende de la Oficialía Mayor de Planificación para el Desarrollo.

Marcelo Arroyo, responsable de esa dirección, destacó este avance y consideró que se debe a que la municipalidad, por ejemplo, a través del programa Barrios y Comunidades de Verdad, logró cubrir las necesidades insatisfechas de los habitantes que más lo requieren.

“Cuando hablamos de la incidencia de la pobreza por necesidades básicas insatisfechas vemos que el 19,6% de los hogares de La Paz no tienen cubiertas sus necesidades de acceso a servicios básicos, educación y salud. Este estudio nos dará directrices para mejorar estas condiciones”, señaló el funcionario edil.

La recolección de datos para esta investigación se realizó en 2012, antes del Censo Nacional de Población y Vivienda. De los nueve macrodistritos de La Paz, Zongo y Hampaturi, ambos rurales, tienen más necesidades insatisfechas (ver cuadro arriba).

“Los hogares gastan mensualmente cerca de Bs 41 en agua y Bs 114 en energía eléctrica. Se observa además una diferencia importante entre el área urbana y rural en cuanto a acceso a los servicios”, apuntó

Según esta investigación, aproximadamente el 82,1% de las familias utiliza Gas Licuado de Petróleo (GLP) para preparar sus alimentos, excepto en el Macrodistrito Zongo, donde se emplea principalmente la leña. El gasto promedio en combustible para cocinar es de Bs 30 al mes. El 93,4% de los hogares posee una habitación exclusiva para cocinar y  tienen 3,6 habitaciones, dos de las que usan para dormir.

Macro Max Paredes tiene mayor población

De los nueve macrodistritos en los que está dividido administrativamente el municipio de La Paz, el de Max Paredes es el que tiene mayor población (187.736 habitantes), según la investigación “Medición de la Pobreza del Municipio de La Paz”, de la Dirección de Investigación e Información Municipal.

El estudio trabajó con una población proyectada de 870.132 habitantes, aunque el Censo Nacional de Población y Vivienda 2012, efectuado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), estableció que La Paz cuenta sólo con  764.617 pobladores.

Sin embargo, la tendencia se mantiene si se toma en cuenta el Plan de Desarrollo Municipal Jayma, que se aplicó entre 2006 y 2010.De acuerdo con el documento, el segundo macrodistrito más poblado es Periférica, con 176.142 moradores; y el tercero es Cotahuma, con 169.424. Más abajo se hallan San Antonio, con 129.387; el Sur, con 128.538 pobladores; Centro, con 68.569; y Mallasa, con 5.492.

Los macros rurales de Zongo y Hampaturi tienen una población de 1.891 y 2.233 habitantes, respectivamente.

A partir de esos datos se debe mejorar la asignación de recursos a los macrodistritos más poblados, dijo el presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), Arturo Quispe.

“Max Paredes y Periférica tienen más habitantes, por lo que allí se debería invertir más”, añadió .El distrito más poblado de todo el municipio es el 11, de Periférica, con más de 80.000 pobladores, que abarca aproximadamente a 75 zonas, entre las que están Achachicala, Vino Tinto, etc.

Fundación. El legado que quedó plasmado en la ropa

Con la creación de La Paz no sólo se selló la concordia entre los españoles, también se gestó otro espacio para el mestizaje

image Fundación. Recreación. El elenco del ballet Fantasía Boliviana muestra escenas de la fundación de La Paz en el Museo San Francisco. Los personajes visten ropa de la época. En la silueta aparece una chola de principios del siglo XX. Foto: Wara Vargas

Fundación. El legado que quedó plasmado en la ropa

La Razón / Bolivia

Con la fundación de La Paz, hace 465 años, no sólo se constituyó una ciudad para celebrar la unión de los discordes en concordia, como reza en el escudo de armas, esa acción fue el origen de una urbe que aún hoy en día se nutre de todo lo que acoge en su territorio y que es capaz de recrear aspectos como la vestimenta. El elenco del ballet Fantasía Boliviana reprodujo escenas de ese acto en el museo San Francisco para mostrar la ropa que se usaba en la época colonial; así podemos ver a los personajes de Alonso de Mendoza, el corregidor Juan de la Riva y de su esposa, Lucrecia Sansoles, además de soldados con armaduras, espadas y el escudo de armas —en el que desde España se ordenó inscribir la leyenda que lo rodea—, un cura franciscano con la Biblia en una mano y la cruz en otra, e indígenas.

Aunque parece un detalle poco trascendente, el responsable de Investigaciones Culturales del Gobierno Municipal de La Paz, el historiador  Randy Chávez, resalta que la vestimenta ha jugado un rol importante en el desarrollo de las sociedades y su evolución ha influido en los diferentes estilos o modas, materiales y tecnologías disponibles, códigos sexuales, posición social, migraciones humanas y tradiciones. Todos esos aspectos son constancias propias de una época y en el caso de los vestidos se ha reconstruido gracias a retratos, esbozos, dibujos o descripciones de las crónicas.

En la ciudad de Nuestra Señora de La Paz de 1548 las vestimentas diferenciaban a españoles e indígenas. Los habitantes del valle de Chuquiago Marka eran parte del imperio inca hasta la colonización hispana. El historiador explica que entre las principales prendas que utilizaban los nativos estaba el unku, que era una especie de camiseta de lana que cubría desde los hombros hasta las rodillas —se diferenciaba en cada etnia por los colores y diagramas—; la llakolla o llakota era una especie de manta que cubría la espalda y se componía de dos piezas rectangulares cosidas por el centro, que llegaba hasta las rodillas; el llautu, era una trenza de colores, envuelta en la cabeza por la frente a manera de corona; el chuccu era atuendo que utilizaban en la cabeza las diferentes etnias, sus formas y colores tipificaban a cada uno de los ayllus; la chuspa —que ha sido urbanizada— era un bolso de lana de diseños variados, se la ponía por encima del brazo izquierdo y caía por debajo del brazo derecho, y era utilizado para llevar lejía y coca; los wiscus o ujutas eran de cuero de llama y cubrían los pies, sujetados al empeine con cordones de colores de lana gruesa.

El tejido estaba presente en ceremonias religiosas, guerreras, mortuorias, formaba parte del estatus social del imperio. El cumbis era utilizado por los gobernantes y las awuaskas por los súbditos.

Tras la fundación y su instalación definitiva en Chuquiago, los españoles introdujeron su forma de vida, incluido el vestido, que reflejaba los resabios de la edad Media y del Renacimiento. Para esta época los soldados utilizaban armaduras, y sus armas se diferenciaban entre arcabuceros y piqueros. Randy Chávez explica que los piqueros vestían morrión, que era una armadura de la parte superior de la cabeza, hecha en forma de casco, y que en lo alto solía tener un plumaje de adorno; la coraza de escarcelas era una armadura de hierro o acero compuesta de peto y espaldar, con una parte que caía desde la cintura y cubría el muslo. La alabarda fue el arma distintiva de los sargentos españoles, estaba compuesta por un asta de madera de aproximadamente dos metros de largo y de una moharra o cuchilla transversal, aguda por un lado y en forma de media luna por el otro. Por lo general, el amarillo y el rojo fueron los colores más utilizados por ese ejército español.

Al margen de la vestimenta militar, la ropa civil de los varones era el calzón, que tenía la forma de bombacho ancho y acolchado que cubría desde la cintura hasta las rodillas, se ataban con un cordón enjaretado. El jubón era una especie de chaleco, que iba desde los hombros hasta la cintura, ajustándose en el cuerpo, al inicio fueron de mangas cortas, visibilizando las mangas de la camisa. El chupín se diferenciaba del jubón porque era más corto y estrecho. La capa era una pieza suelta bastante amplia, se llevaba sobre los hombros y bajaba hasta la altura del calzón. El capote era una especie de capa más corta que llevaba mangas. Las camisas se llevaban debajo del jubón y el chupín, desde la base del cuello hasta medio muslo. Las golillas, esos cuellos alechugados, tenían el aspecto de una rueda de molino, se armaban sobre esqueletos de alambre. Los sombreros eran largueados, de copa alta con la parte superior en forma cónica; de brevedad, de copa mediana y terminaba en el extremo final en forma plana; de medio, de copa mediana y terminaba en la parte superior y borde en forma redondeada, y los birretes, gorro armado en forma prismática y coronado por una borla. También usaban calcetas de seda o algodón que cubrían las piernas hasta medio muslo, generalmente sujetadas con ligas. Los zapatos de forma puntiaguda y cubrían el pie hasta casi los tobillos, en el empeine se adornaban con hebillas de metales preciosos o conchas.

Como accesorios el historiador consultado se refiere a las espadas y bastones, las primeras eran utilizadas como símbolo de prestigio y autoridad, se sujetaban en un cinturón. Los segundos eran encasquillados en oro, plata e incrustaciones de piedras preciosas, empleados por los gobernantes.

A la hora de referirse a la vestimenta de las mujeres Randy Chávez dice que las que se aventuraron a vivir en el valle usaban el jubón, que era una especie de blusa ceñida que cubría desde los hombros hasta la cadera, con punta hacia adelante, de cuello cuadrado o escotado. La saya era una falda acanalada, acartonada, atada con un cintillo, que cubría de la cintura hasta la punta de los pies. El capotón era una pequeña capa que se sujetaba bajo el cuello y se llevaba hasta más debajo de las caderas; los tocados cubrían la cabeza y se llevaba en señal de sumisión al marido, solamente las solteras se mostraban en público con el pelo suelto. La camisa generalmente llegaba hasta la punta de los pies, se ajustaba con cintas en los costados y llevaban adornos en el cuello y en las mangas. Las enaguas, faldellines de cintura, generalmente de telas blancas, adornadas con encajes blancos y cintas de colores tenían bastante vuelo, ya que levantaban las sayas. También lucían la gorguera o cuellos postizos, de forma circular como la rueda de un molino, con pliegues ajustados con varias capas o en forma de discos planos plegados. Los zapatos eran de taco bajo, ajustados al pie, con bordados exquisitos, pero de poca durabilidad. Las medias de seda e hilos eran imprescindibles en las damas elegantes; entre las joyas se encontraban los zarcillos, cadenas, gargantillas, brazaletes y anillos.

Años después de la fundación de La Paz, los españoles requerían telas para coser sus vestidos, con las que llegaron estaban envejeciendo y adquirir nuevas resultaba muy costoso porque hubiera habido que traerlas desde España.

Esas circunstancia impulsó a dos vecinos —Juan de Rivas y Hernando Chirinos— a solicitar a las autoridades la licencia para establecer una fábrica de paños, lienzos y bayetas en su jurisdicción. El Cabildo de la ciudad les otorgó los terrenos baldíos de Saillamilla (que quiere decir “río de sailla”), denominado así por los indígenas y que quedaba distante a una legua de la cuidad, era lo que hoy es Obrajes. Era una cañada cubierta de árboles, arbustos y matorrales, con ligera planicie sobre el margen izquierdo del río Choqueyapu. Con la ayuda de los indígenas mitayos se aparejó el terreno y fueron levantadas las edificaciones para que funcione la industria textil paceña, que fue la primera que se estableció en el territorio que abarca desde el Cusco hasta Tucumán, siendo por un largo tiempo la única.

Comerciantes de Chuquisaca, Guamanga, Tucumán y Cusco, entre otras ciudades, acudían a buscar tejidos, frazadas, cobertores, lana de la tierra y de Castilla, sayanes finos, para la elaboración de ropa para las órdenes religiosas.

Cuando se alcanzó la calidad requerida para coser prendas de vestir de uso diario las telas se hicieron tan populares que Hernando Chirinos instaló un almacén en la vía donde residía —en años de la colonia recibió el nombre de calle Chirinos, hoy es la calle Potosí—. La fábrica alcanzó tal fama que el lugar donde estaba instalada era más conocido por ese apellido que por el denominativo indígena de Saillamilla, luego fue nominado como Obrajes.

De los telares de este sector de la ciudad salieron las vestiduras para el mayor consumo de los españoles pobres, criollos y mestizos. De la misma forma, a través de los corregidores, los aymaras y quechuas de la región fueron obligados a consumir este tipo de telas, abandonando su tradicional forma de vestir: los hombres adoptaron el uso de calzones de esos géneros; y las mujeres, sayas de bayetas.

Al hacer el repaso por la vestimenta en La Paz el 465 años de vida, Randy Chávez hace un salto hasta el siglo XX, que en sus inicios fue testigo del nacimiento de la alta costura. El entrevistado destaca que en el caso de las mujeres la industria de la ropa interior evolucionó notablemente, llegando a popularizare el brassiére, creado medio siglo antes, el prototipo del moderno sujetador. Cuenta que la clase alta paceña comenzó a vestir a la moda europea. Los caballeros lucían extravagantes bigotes, vistiendo elegantes trajes oscuros, camisas blancas, con una elegante y delicada corbata o gato, sombreros de felpa, larga leva y bastón. Las damas lucían vistosos vestidos al corte de la moda, con grandes volantes que llegaban hasta el suelo, sin embargo, levantaban graciosamente el contorno de éstos para evitar el polvo. Utilizaban el corsé, que era una prenda interior armada con ballenas para ceñir el cuerpo desde debajo del pecho hasta las caderas. Seguían la moda de los botines con cordones. Sobre sus anchos sombreros adornaban coloridas plumas y, muchas veces, llevaban bajo el brazo una pequeña y delicada sombrilla.

Mientras la clase alta asimilaba la moda europea, otros sectores de la sociedad paceña, sobre todo en el caso de las mujeres, siguió utilizando la moda de la chola, que consistía en el uso de un sombrero de copa alta o baja, con el ala ancha o corta, que tuvo su origen en el siglo XVIII como parte del tocado o montera, cuya función era la de cubrir del sol. La manta, que tuvo una derivación originaria del mantón de Manila, que llegó de España de seda, gasa o lino.

La blusa sencilla, bordada, calada y de diversos colores y texturas. La pollera, una prenda que data del siglo XVII que en sus orígenes fue el faldellín, que eran faldas confeccionadas de paño con caída de pliegues de forma suelta. Las botas de media caña, ajustadas a la pantorrilla.


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