¿El sur también existe para el Plurinacional?

Zorro Yáñez Cortes

ZORRO CORTES Parece que no o al menos resulta fácilmente prescindible, pues confirmando una vez más su vergonzoso sometimiento al ejecutivo, el Tribunal Supremo Electoral acaba de proponer continuando con el flirteo del oficialismo a Santa Cruz, -dice- siguiendo fórmulas matemáticas y de equidad, una nueva distribución de escaños parlamentarios, por la que asegura que los departamentos grandes sigan siendo grandes y los chicos sigan siendo chicos por los siglos de los siglos, quitándonos escaños parlamentarios a los chuquisaqueños, potosinos y benianos en beneficio de quienes -según las endebles cifras del censo 2012- tienen mayor población. ¿Qué brillante sentido de equidad, no?

Y aunque no voy a caer en la ingenuidad de asociar per se la mayor o menor representación política en la asamblea legislativa con mejores condiciones de vida y desarrollo, habrá por si las dudas o por sentido genuino de esperanza admitir que si bien nuestros parlamentarios no nos son de mucha utilidad –la mayoría sólo levanta la mano cumpliendo las órdenes de su jefazo, con plazo perentorio y todo y sólo en beneficio de su partido– la ocasión es propicia para plantearles algunos puntos de partida para evitar nuevos enfrentamientos departamentales.



La Constitución ensangrentada de La Calancha, vigente nos guste o no, declara que el estado se sustenta en valores tales como la unidad, igualdad, inclusión, solidaridad, reciprocidad, armonía, equilibrio, igualdad de oportunidades en la participación, etc, que una vez más quedaran como verso de aprobarse lo propuesto, que más bien descarta la equidad (dar a cada uno lo que merece, imparcialidad en un trato o un reparto) ya que no puede sólo sustentarse en una fórmula matemática, peor aun cuando se apoya en cifras emanadas del Censo que hicieron aguas hace ya tiempo atrás.

A propósito, como siempre dando rienda suelta a su clásica impostura, los políticos de las regiones “beneficiadas” por el nuevo reparto que desde la oposición antes criticaron ácidamente los resultados del Censo ahora aplauden lo propuesto con base a lo que hace 5 minutos censuraron y a su turno, aquellos oficialistas a los que les faltó poco pedir el Nobel para el Censo, ahora critican –espero no sea de dientes afuera, para luego acatar no más las órdenes de su jefazo– la redistribución apoyada en lo que ayer aplaudieron.

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¿Cuál mi propuesta? Como bolivianos debemos definirnos si vamos a seguir perpetuando la fórmula de potenciar el centralismo para que los grandes sigan creciendo y los chicos decreciendo agrandando las odiosas diferencias actuales o trataremos de equilibrar las oportunidades de todos. Sostengo para ello, acudir al derecho y basarnos en la fórmula de la discriminación positiva o afirmativa que propugna reducir o eliminar las prácticas discriminatorias en contra de sectores históricamente excluidos -los departamentos que no formamos parte del eje central- aumentando o manteniendo la actual representación de los eternamente postergados. Lo propuesto es un punto de partida para intentar solucionar este nuevo entuerto para evitar perpetuar el asqueroso sentimiento de desigualdad que existe entre el eje central vs el resto del país; pues como sentenció Confucio: “Los grandes hombres comprenden la equidad. Los pequeños sólo se aprovechan de ella” ¡Que sea pues el momento de mostrar grandeza!

Correo del Sur – Sucre