Gobierno identifica una traba legal para extraditar a Goni


El decano del Tribunal Supremo de Justicia destaca que la edad de Sánchez de Lozada puede ser otro factor para que Estados Unidos no lo entregue.

Nancy Vacaflor  /  La Paz



La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, reconoció ayer que la doble nacionalidad del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada será un impedimento para que éste sea extraditado a Bolivia, aunque también se perfila la firma de un nuevo tratado de extradición con Estados Unidos.

 La pasada semana, el Ministerio Público planteó por segunda vez la solicitud de envío del exmandatario acusado por la masacre de octubre de 2003, ante el fracaso del primer trámite efectuado de 2008 a 2012.

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«El tercer factor es que el señor Gonzalo Sánchez de Lozada es ciudadano estadounidense, él tuvo la nacionalidad estadounidense desde que era joven, no es de ahora. Se fue a Estados Unidos y simplemente ejerce su ciudadanía, así vino a Bolivia,  adquirió el pasaporte porque también tiene nacionalidad boliviana, sostuvo la ministra Dávila.

    Los otros dos  motivos para el fracaso de la extradición, según la funcionaria, es que el Departamento de Estado de EEUU siempre negó la solicitud  para devolver a Sánchez de Lozada y la otra razón es de carácter técnico jurídico, la Fiscalía en su petición introdujo figuras penales que no compatibilizan con  la legislación de Estados Unidos.

Las autoridades gubernamentales deslindan responsabilidad en el fracaso de la primera campaña para traer al exmandatario porque este asunto  está en manos del Ministerio Público.

El yerno del expresidente, Mauricio Balcázar, dijo a Página Siete que el gobierno de  Morales oculta la respuesta escrita de Estados Unidos sobre la no procedencia de la extradición de Sánchez de Lozada, versión que fue negada por la ministra Dávila.

Balcázar, desde EEUU, tampoco respondió sobre la doble nacionalidad del exmandatario, derrocado por una revuelta popular hace una década.

Como resultado del juicio existen cinco jefes militares y dos exministros condenados,  mientras que  las víctimas  exigen que los principales responsables -como Goni y Carlos Sánchez Berzaín- vengan a Bolivia.

«Desde la Cancillería se está impulsando la necesidad de firmar un tratado de extradición (con EEUU) diferente al que existe, agregó Dávila y sostuvo que también el equipo jurídico del gabinete contribuirá en el trámite de extradición.

Las relaciones bilaterales con el país norteamericano están deterioradas y no logran recomponerse desde 2008, cuando el Presidente expulsó al embajador de ese país por supuesto complot.

La edad de Goni sería un obstáculo

Jorge von Borries, decano del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), señaló el 28 de septiembre que la doble nacionalidad y la edad del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada serán los principales obstáculos del Ministerio Público para lograr su extradición desde Estados Unidos.

«Considero que hay problemas con Sánchez de Lozada. Uno por la edad, está por los 83 años. La justicia penal en muchas partes tiene consideraciones especiales para las personas de la tercera edad y, en segundo lugar, está como ciudadano norteamericano; entonces, no es la entrega de un boliviano a Bolivia () para Estados Unidos es un ciudadano norteamericano, sostuvo, según la agencia estatal ABI.

El presidente Evo Morales demandó ayer a Estados Unidos   asumir una decisión política y expulsar a Sánchez de Lozada para que responda por la llamada masacre de octubre.

«Si los gobiernos de Estados Unidos fueran defensores de los derechos humanos, cualquier momento pueden expulsar a éste (Sánchez de Lozada) que hizo tanto daño, pero lo protegen, dijo en El Alto.

Punto de vista

Hernan Maldonado

Periodista

La imposible extradición

Desde hace 10 años escucho las promesas del Gobierno de Bolivia sobre la pronta extradición del expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada para enjuiciarlo por la masacre de octubre de 2003, que culminó con su renuncia y su autoexilio en Estados Unidos.

Las promesas se acentuaron desde la llegada al poder del populista Evo Morales, quien tras las sombras fue por lo menos el autor intelectual de los sangrientos desórdenes de aquel octubre que causaron la muerte de al menos 73 personas y centenares de heridos.

La primera solicitud fue negada por Estados Unidos en 2012,  y desde entonces, con renovado impulso, el gobierno de Morales insiste en lograr la extradición para que Sánchez de Lozada sea juzgado, entre otros delitos, por genocidio.

En los últimos seis años, no menos de una docena de políticos sudamericanos, la mayoría militares, fueron devueltos a sus países tras ser juzgados en Estados Unidos y ser hallados culpables de crímenes contra los derechos humanos.

Éste no es el caso de Sánchez de Lozada. En Estados Unidos nadie lo ha tocado ni con el pétalo de una rosa. Todavía más, el expresidente -a pocos meses de cumplir 84 años- es altamente considerado en los círculos de poder de Washington y tiene amigos influyentes. No es la primera vez que escribo sobre la imposibilidad de su extradición. A cualquier abogado con un mínimo de formación le bastaría demostrar que en un eventual juicio en Bolivia, Sánchez de Lozada no tendría ninguna posibilidad de juicio justo.

Fuente: paginasiete.bo