A pesar de llegar con un séquito de acompañantes que intimidan a todo aquel que pretende salirse del guión, en su visita a Madrid, con motivo de su aparición en el programa «Hay una cosa que te quiero decir»(Telecinco), Pamela Anderson se muestra risueña y nerviosa. «Me va a estallar la cabeza», dice nada más entrar en la sala donde tiene lugar la entrevista. Ella, que no dudó en lucir sus curvas imposibles en las playas de Malibú durante las 11 temporadas que duró en antena «Los Vigilantes de la Playa» (1989-2001), lejos de lo que se puede dilucidar a tenor de su explosiva imagen –un poco reducida en cuanto a pechos se refiere–, resulta una persona algo tímida.
Cualquiera lo diría cuando hace unas semanas se la pudo ver saltando las olas en topless, en la localidad vasco-francesa de Biarritz. Lo hizo en compañía de su exmarido, Rick Salomon, con quien estuvo casada un año y al que está dando una segunda oportunidad. «San Sebastián me encantó, pienso volver –recuerda sobre aquel viaje, que incluyó la capital donostiarra–. A España he venido pocas veces, a Madrid, Milán, Barcelona…», explica resuelta y sin percatarse de que Milán está en Italia.
Al igual que otras celebrities extranjeras, como su propio compañero de reparto David Hasselhoff y la sensual actriz Sharon Stone, Pamela no ha podido decir que no a «Hay una cosa que te quiero decir», y asegura que le gustaría llevar la «brillante idea» de este «entrañable» programa a Estados Unidos.
Hoy, a las diez de la noche, se reunirá con Jorge Javier Vázquez, a quién considera «muy dulce», para luego dar una sorpresa a Mario Vaquerizo. «Jorge se ruborizó al conocerme», cuenta la sex symbol. Algo tendrá que ver el vestido color nude que se ceñía a su torso, dejando ver parte de sus encantos bajo una generosa apertura de la prenda.
Futuros proyectos
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Pamela es celosa de su privacidad: «Nunca haría un reality de mí misma para no avergonzar a mis hijos», asegura. Y es que Brandon Thomas y Dylan Jagger Lee, sus hijos, ya son adolescentes y «les avergüenza lo que puedan hacer sus padres».
Ella sabe de lo que habla. Cuando los pequeños solo contaban con 11 y 10 años, la actriz les explicó por qué había un vídeo pornográfico de ella y de su padre,Tommy Lee, su marido entre los años 1995 y 1998.
Una alusión sobre este vídeo casero en la película «Borat» (2006) hizo que la estrella de televisión tuviera que sincerarse. «Mamá y papá estaban profundamente enamorados y lo grabaron todo en vídeo», avisó a los pequeños antes de que lo descubrieran por su cuenta. «Hoy, cuando ya son adolescentes, puedo volver a actuar. Ahora estoy haciendo anuncios de televisión, después me apetece hacer un par de películas y quizás más tarde haga de nuevo alguna teleserie», explica, aunque de esto último no se muestra muy segura.
En la actualidad, está ocupada con la maratón de Nueva York, en la que participará para ayudar a la organización benéfica que Sean Penn fundó para ayudar a los damnificados del terremoto de Haití. «Llevo seis meses entrenando para la carrera. Me lo tomo muy en serio», concluye con el único gesto serio que se permite durante todo su encuentro con la prensa.
Fuente: www.abc.es