Caso Rózsa-Bolivia: “El Viejo” aseguró que el fiscal Marcelo Soza amañó las pesquisas judiciales para involucrar a más personalidades cruceñas en actividades irregulares y reveló que fue torturado para firmar una acusación que sirva de respaldo, cuando la Asamblea Legislativa conformó una comisión que investigó los alcances del supuesto grupo terrorista.
Ignacio Villa Vargas, más conocido como “El Viejo”. Foto archivo.
Santa Cruz, La Paz, 10 Oct. (ANF).- Dos revelaciones del que fue “testigo clave” de la Fiscalía de La Paz para sustentar la acusación del caso terrorismo, desmoronan de a poco la teoría sobre la actividad una célula extremista destinada a lograr la división de Bolivia. Ignacio Villa Vargas dijo que todo el caso fue armado por el Ministerio de Gobierno y que las “bombas” al domicilio del cardenal y un operador político del MAS en Santa Cruz fueron colocadas por agentes del mismo Órgano Ejecutivo.
Alejado del interés mediático, el juicio oral del caso terrorismo avanza con escaza presencia de los medios. Villa Vargas “El Viejo”, quien fue testigo de cargo para acusar a líderes cruceños opositores, dio un giro a las investigaciones con sus declaraciones realizadas ante el Tribunal de Sentencia, a quien relató que el atentando a la casa del concejal del MAS, Isaac Avalos fue planificado y ejecutado por Luis Clavijo, agente del Ministerio de Gobierno, él y el supuesto cabecilla de la célula terrorista, Eduardo Rózsa.
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Explicó que en el atentado a la casa del cardenal Julio Terrazas, participaron él, el capitán Walter Edgar Andrade, Clavijo y la policía Marilyn, quien fue filmada sembrando pruebas en el hotel Las Américas, donde en abril de 2009, Rózsa, Magyarosi Arpad y Michael Dwyer, fueron abatidos por la policía, lo que desató la polémica teoría de un caso de terrorismo impulsado por políticos, cívicos y empresarios cruceños opositores.
El entonces ministro de Gobierno, Alfredo Rada, dijo que hubo un plan destinado a perpetrar un magnicidio al presidente Evo Morales. Villa Vargas, alias “el Viejo” aseguró que en ningún momento se planificó atentar con el mandatario, pero confirmó que el grupo tenía prevista derribar el Cristo Redentor para supuestamente, aumentar los argumentos que respalden la actividad de un grupo terrorista en Santa Cruz.
Villa Vargas, más conocido como “El Viejo” (62) fue presentado inicialmente por el ex fiscal Marcelo Soza como “testigo clave”, luego apareció el “video soborno” y se convirtió en acusado del mismo fiscal, siendo encarcelado en el penal de El Abra de Cochabamba y Palmasola de Santa Cruz, quien no encuentra continuidad en las sesiones del Tribunal de Sentencia para proseguir con sus reveladoras confesiones.
“El Viejo” aseguró que el fiscal Marcelo Soza amañó las pesquisas judiciales para involucrar a más personalidades cruceñas en actividades irregulares y reveló que fue torturado para firmar una acusación que sirva de respaldo, cuando la Asamblea Legislativa conformó una comisión que investigó los alcances del supuesto grupo terrorista.
El pasado martes 28 de septiembre, en su confesión realizada en audiencia oficial, relató ante el Tribunal de Sentencia, presidido por el juez Sixto Fernández, que conoció a Raúl García Linera en abril de 2009 en acciones de coordinación en el Chapare, donde le habrían pasado una lista para implicar a 140 personas, entre líderes cívicos, políticos y empresarios opositores cruceños.
Su abogado defensor, Guido Colque, denunció que, a raíz de la última declaración identificando a Raúl García como infiltrado en el grupo Rózsa, recibió amenazas de muerte contra él y sus hijos, por lo que pensó en suspender la declaración de su cliente con el fin de preservar su vida.
La comparecencia de Villa Vargas ante el Tribunal de Sentencia causó un inusual movimiento de abogados del Ministerio de Gobierno que, en calidad de acusadores, hacen seguimiento con facultades de pedir la suspensión de la audiencia cuando las confesiones de “El Viejo” debilitan la firmeza de las acusaciones contra los imputados.
El testigo, visiblemente afectado en su salud, reveló que además de García Linera, conoció en el Chapare a los agentes del Ministerio de Gobierno, Edson Alí, Luis Clavijo, Carlos Núñez del Prado por el caso terrorismo y que luego fueron protagonistas del “video soborno” donde él recibió dinero para que huya del país tras implicar a los opositores.
Villa Vargas por ahora tuvo relativo éxito ante el Tribunal, porque habiendo sido “testigo clave” de la Fiscalía, pasó a ser acusado y en esa calidad logró retirar los cargos de alzamiento armado, asociación delictuosa, tenencia y uso de explosivos solicitados por el Ministerio de Gobierno.
Antes de él, declararon los dos sobrevivientes, Mario Tadic y el húngaro Elöd Tóásó, que pusieron en duda la teoría del plan de terrorismo al extremo que hace dos semanas, el Ministerio de Gobierno se vio obligado a emitir una separata en una red de medios impresos del eje troncal, donde acusó a los imputados de mentir.
Sin embargo, Villa Vargas se ratificó que fue contratado por Luis Clavijo, agente del Ministerio de Gobierno, con un sueldo de 7 mil bolivianos mes para infiltrarse y trabajar con el grupo del fallecido Eduardo Rózsa Flores.