A juzgar por los resultados preliminares de las elecciones presidenciales realizadas este domingo en Honduras, el bloque neo-populista de la ALBA fracasó en su intento de reimponer el zelayismo, la versión local del “socialismo del siglo XXI”.
Las primeras cifras oficiales del Tribunal Electoral indican una ventaja de más 6 puntos a favor del candidato del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández (34,97%), sobre la postulante Xiomara Castro (28,36%), esposa del ex presidente “Mel” Zelaya.
Adicionalmente, debe tenerse en cuenta que los demás candidatos (7) que se reparten el resto de la votación tampoco compartían el plan de “refundación” del país por medio de una Asamblea Constituyente, que proponía la candidata zelayista.
De esta manera, no sólo queda bloqueado el riesgo de una reedición de un gobierno pro-chavista, sino que también se descarta la posibilidad de la manipulación constituyente, vía para el desmontaje de las instituciones republicanas tan conocida en otros países del continente.
Por otra parte, la votación puede ser interpretada como el referéndum definitivo de apoyo popular a lo sucedido en el 2009, cuando los poderes Legislativo y Judicial destituyeron a Zelaya de su cargo con apoyo de los militares, a raíz de su intento ilegal de reformar la Constitución para perpetuarse en la presidencia.
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De esa forma, la neo-dictadura populista no pudo instalarse en Honduras, país que durante el gobierno zelayista se había convertido en pista para narco-avionetas en la ruta de la droga de las FARC hacia México y Estados Unidos…