Cuando estamos a las puertas del nuevo año, que coincidirá con la campaña para los comicios generales, el gobierno de Evo Morales parece estar afinando motores para un gasto estatal descontrolado, que podría ser su mayor herramienta de financiamiento electoral.Por una parte, se elimina el control de la Ley Safco sobre las 23 empresas estatales (más otras a crearse), con lo cual dichas entidades se convertirían eventualmente en barriles sin fondo de donde extraer dinero para usos proselitistas.En el mismo sentido, desde el partido de gobierno se instruye a los funcionarios públicos un “aporte voluntario” sobre el segundo aguinaldo, para la campaña re-reeleccionista de Morales.Al mismo tiempo, se concreta el negocio del satélite Túpac Katari, que cuesta 58 millones de dólares más que otro artefacto idéntico que China construye para Nicaragua, abriendo la posibilidad de un gigantesco desvío para los mismos fines antes citados.Todo lo anterior nos pinta un panorama de fondos multimillonarios puestos al servicio del partido oficial, por medio del “ventajismo electoral”. Es más que probable que a lo largo del 2014 veremos muchas más muestras de gastos descontrolados, en el marco de la furiosa campaña de Evo Morales para perpetuarse -inconstitucionalmente- en el poder. Intención que no solo tiene su origen en el ego, sino también en la conciencia de las cuentas judiciales a pagar tras su salida del Palacio Quemado…[email protected]