Santa Cruz. Salió a caminar la mañana cálida del 18 de noviembre y no volvió a casa; su familia lo busca, esperanzada.
Con el cabello corto y sin barba. Así estaba el día de su desaparición
EL DEBER, Santa Cruz, Bolivia
Marcos Sainz Bacherer cruzó el umbral de la puerta de su casa cuando aún no eran las 6:00, y sus padres, Lila y Néstor, se quedaron con la sensación cálida del abrazo que se habían dado después de rezar el padre nuestro. La mañana del 18 de noviembre prometía un día radiante en Santa Cruz.
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Marcos salió a caminar solo por las calles cercanas a la avenida Paraguá y segundo anillo, pero a diferencia de otras jornadas matutinas, no regresó a casa.
Un mes y cinco días. Ese es el tiempo que la familia y amigos han perdido a este hombre de 43 años, de 1,80 m de estatura, delgado, de piel blanca y ojos cafés.
No llevó su celular en el que acumulaba sus canciones preferidas, ni billetera ni carné de identidad. Tampoco salió con una mudada de ropa ni dinero porque la caminata, por lo general, no duraba más de dos horas. Aquella mañana, Marcos se puso una polera roja, un jean azul oscuro, sus zapatillas plomas y se lanzó a hacer deporte a su manera, a buscar el sol primaveral y el airecito ondulado que golpea la cara antes de que la ciudad termine de despertar.
La búsqueda no ha cesado. La familia y amigos emprendieron una cruzada a pie y en vehículo, surcando calles y territorios por donde él solía disfrutar de la ciudad y algunas personas aseguraban que lo habían visto.
A la zona Siete Calles, al centro de la ciudad, a la Ramada y al barrio Fe y Alegría, la zona del parque Los Mangales que ellos ahora conocen al dedillo porque expectantes caminaron por todas sus aceras. También fueron al Plan 3.000, a las largas avenidas Beni y Cristo Redentor, y se metieron a casi todos los parques y jardines a partir de las 6:00, cuando despunta el sol y él acudía para meditar.
Algunas amistades cercanas también recorrieron Comarapa, Samaipata, Vallegrande, Santiago de Chiquitos y otros lugares por donde Marcos viajó en sus mejores años de juventud.
Tarija, La Paz, Cochabamba, Sucre y Beni igual fueron escenarios de búsquedas y tocaron las puertas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, de los bomberos, del grupo SAR, de los guardias de seguridad de las calles y condominios, y también de los ‘scouts’. Y al finalizar el día, no pueden ocultar la cara triste porque no encuentran ninguna señal evidente de que su ser querido estuvo ahí.
Marcos nació en Sucre en 1970, estudió Sociología y Literatura en la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) de La Paz y desde hace ocho años vive en Santa Cruz. Marcelo Alcón, amigo y pieza clave en la búsqueda, recuerda que Marcos adaptó la obra teatral La vida es sueño, de Calderón de la Barca, porque el original, que data de 1635, está escrito en español antiguo.
Lila, la hermana, afirma que el corazón le dice que Marcos está bien y que nunca va a dejar de sentir eso, pero quieren tener la certeza de que es así.
Lila, la madre, a la distancia le dice que él es importante en su vida, que lo ama y admira, y que siente el abrazo cálido que se dieron el 18 de noviembre, antes de las 6:00 y después de haber rezado juntos el padre nuestro.
Perfil
Marcos Huáscar Sainz B.
Lic. en sociología y literatura
43 años de edad
Libros, sol y un mundo espiritual
Nació en Sucre el 31 de enero de 1970. Tiene una hija, de 19 años, que ha llegado de Estados Unidos hace unos días para rencontrarse con él. Entre sus últimos trabajos, Marcos fue maestro de la Escuela Nacional de Teatro, en la materia en Pedagogía, y docente de enseñanza alternativa del programa del Instituto Radiofónico Fe y Alegría. Tiene dos libros publicados de poesía, uno de ellos, Matambre y otros cuentos breves, ganador del Premio Municipal de Literatura Franz Tamayo, en 1998, en La Paz.
Detalles
Las redes sociales
Lila Sainz apeló al Facebook. Puso fotos de su ser querido y este texto: “Quiero encontrar a mi hermano Marcos, por favor pásenme información vía in-box o a mi teléfono”. El mensaje fue compartido entre amistades.
El desarrollo personal
Escribe y lee por lo menos cinco horas al día. Practica meditación solar, zen, artes marciales y se daba tiempo para compartir con la familia y amigos. Amante del teatro y de la literatura.
La casa familiar
Marcos vive en un apartamento de la casa de sus padres, que se encuentra en la avenida Paraguá, a pocas cuadras del segundo anillo. Desde ahí salió la mañana del 18 de noviembre y donde se lo espera con amor.