SU NÚCLEO. En un discurso que ofreció ante un grupo de amigos con motivo de su cumpleaños 70, el escritor la definió como una estratega de su existencia, la persona que está detrás de sus actividades
Se enamoró de su prima. El escritor se casó hace 49 años con Patricia Llosa. Ella organiza, ordena y dispone su vida
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El Deber/ El País/ Mujer hoy – [email protected]
Su departamento en Nueva York era un loquerío cuando Mario Vargas Llosa recibió, a las cinco de la madrugada, la noticia de que recibiría el Premio Nobel de Literatura 2010. En medio del ajetreo su esposa le dijo: “Dúchate, que vamos a tener mucho trabajo”. Así retrata el diario español El País a Patricia Llosa, la misma que en la adolescencia despertaba a su primo ‘Marito’ con agua fría. Y es que la esposa del escritor durante casi 50 años es su prima hermana.
Cuando nació Patricia, la familia Vargas Llosa vivía en Cochabamba, donde el abuelo ejercía como cónsul de Perú. El autor de Conversaciones en la catedral espió el parto desde un árbol.
Mucho después, la hija menor de Olga y Lucho (los tíos de Mario) llegó a París en los años 60 para estudiar Literatura en la Sorbona y se alojó en casa de Vargas Llosa, que vivía con su primera esposa, la boliviana Julia Urquidi. La muchacha, de 16 años, no tardó en sucumbir a los encantos del ‘escribidor’ que siempre mantuvo la pinta de actor de cine. Él tampoco tardó en declararle su amor. “Cállate, idiota”, fue la respuesta que recibió a cambio.
Según el propio autor, Patricia nunca se acostumbró a ser su mujer y es que ella no solo es su secretaria personal, sino que actúa como su eje orbital, basta con recordar cuando ‘Varguitas’ se dirigió a los académicos suecos derramando lágrimas ante el planeta al leer su discurso de agradecimiento por el Nobel. “El Perú es Patricia, la prima de naricita respingada y carácter indomable con la que tuve la fortuna de casarme hace 45 años. (…)
Sin ella mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo, Morgana ni los seis nietos que nos prolongan y alegran la existencia”. “Ella hace todo y todo lo hace bien. (…) Y es tan generosa que, hasta cuando cree que me riñe, me hace el mejor de los elogios: ‘Mario, para lo único que tú sirves es para escribir’”, una frase que el mundo no olvidará.
Cuando la familia condenó que Vargas Llosa se casara con su prima, la pareja huyó a Londres; después vivió en Barcelona y finalmente se exilió en Madrid. Pero regresaron a Perú a reconquistar a la familia y los votos de sus coterráneos con el sueño del estadista de convertirse en presidente de su nación
Fuente: El Deber.