Obsequios. Los tradicionales festejos que se practican en la celebración dejan alegría en los barrios alejados y humildes.
Ref. Fotografia: Alegría. El niño José Daniel esperó ayer por más de tres horas el regalo que no le llegó en Navidad.
Desde que supo la noticia de que un «rey mago» llegaría a su barrio, José Gutiérrez, de siete años de edad se trasladó junto a sus hermanos a la iglesia de su zona donde esperó por más de tres horas para acceder a un juguete.
En realidad fue el concejal, Rómel Pórcel, quien encarnó el rol de uno de los Reyes Magos en diversos barrios periféricos ubicados fuera del octavo anillo, entre ellos el Buen Samaritano, Juan Pablo II y Cupesí Reyes, donde se pudo apreciar la inocencia y humildad de niños que esperan con ansias estas fechas para disfrutar de algunos privilegios que sus padres no pueden asumir o costear, entre ellos los regalos de la Navidad.
Esperaron el regalo de la Navidad. «Mi papá nos dejó porque no es lejos y no hay peligro. En Navidad solo pudo comprar la cena y no alcanzó para juguetes, bien que creí que llegaría, por la tarde también me voy por todo el barrio a seguir recibiendo regalos», dijo entusiasmado el pequeño, que recibió un camión de juguete.
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«A veces me pongo triste en la Navidad porque no me dan regalos, pero en reyes siempre la señora «Toña» y la señora Lucy nos dan torta y regalos», dijo Marco Antonio Guzmán, del barrio el Buen Samaritano en alusión a los agasajos que habían preparado sus vecinas como una manera de honrar la fiesta de los reyes magos.
«Siempre se hace un festejo sencillo pero de todo corazón para los niños, aunque ellos reciben con ansias los regalos porque provienen de familias humildes que no pueden darle un gustito a sus hijos» dijo Lucy Guzmán.
«Es una manera de mostrarse ante el señor con un acto solidario pero con mucha humildad para que nos bendiga todo el año», complementó la mujer mientras ultimaba los preparativos de la fiesta que dio ayer a los niños de su comunidad.
Iglesia pide no ser indiferente a Dios. En este mismo contexto y en su homilía dominical el Arzobispo de la Arquidiócesis de Santa Cruz Monseñor Sergio Alfredo Gualberti, hizo un llamado a la comunidad católica a dar testimonio la palabra de Dios en una sociedad secularizada sin Dios o estado laico. En ese sentido, señaló que a pesar de la indiferencia, la Navidad recuerda el misterio del hijo de Dios que está presente, no solo en la vida privada o de la comunidad católica, sino en la sociedad boliviana. En ese marco, invocó a los católicos que a pesar de la persecución y las críticas, de quienes no creen en Dios, confiar en la fortaleza en Jesucristo.
Fuente: eldia.com.bo