El diputado Rubén Darío Rojo (CN) se refirió a la muerte de Arturo Cuba, propietario y gerente de la empresa constructora Benavides & Millares, manifestando que su presunto suicidio deja mucha tela que cortar, teniendo en cuenta que anteriormente el sonado caso de corrupción en Yacimientos también tuvo una muerte de por medio.
El parlamentario recordó que, según el abogado del difunto empresario, este último era una persona muy próspera, con un patrimonio documentado de más de 300 millones de bolivianos.
“Un asunto de cinco a seis millones de bolivianos para él no tendría que ser irresoluble, lo que sin lugar a dudas deja entrever la existencia de otro tipo de problemas con gente allegada al gobierno, por los mismos manejos que se habrían hecho en las adjudicaciones”, subrayó.
Rojo dijo que existen muchas dudas y contradicciones sobre el supuesto intento de cobro de boletas de garantía en el que se vinculó a Cuba.
“Pero este hecho no solo es la muerte del empresario, sino que también hay implicancias que se pueden evidenciar claramente, debido a que el señor Cuba tenía otras obras que le fueron adjudicadas por el gobierno y que habrían sido truncadas”, cuestionó.
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Rojo lamentó que este hecho sea un caso del ministro Quintana (foto), “porque cada vez que aparece este señor siempre ocurren cosas muy graves. Ojalá que este suicidio no sea un crimen para tapar o encubrir, ojalá que no sea un caso más de los que quedan en duda, de personajes a los que hacen desaparecer”.