[vid url=http://cd1.eju.tv/videos4/PB1401290740.mp4] Fuente: Red UnoLa criatura de dos días tenía buen semblante, pero por la condición en que viven sus padres la Defensoría se hizo cargo. La otra gente necesita asistencia
Una funcionaria de la Defensoría retira a la niña del monte, seguida por los padres que alegaron cuidarla. Fotos: Rolando Villegas Berthy Vaca Justiniano [email protected]La Policía incursionó ayer en una guarida de indigentes localizada en el cordón ecológico del río Piraí, en proximidades del cuarto anillo y el ingreso al Urubó, de donde rescató a una niña de dos días de nacida, cuya madre dio a luz en un insalubre cuchitril de cartón y plástico solo al amparo de su marido.En la también denominada favela existe alrededor de un centenar de hombres y mujeres adictos a las drogas, muchos pálidos y otros adormecidos por el vicio y la escasa nutrición. Así tratan de vivir en ‘su’ sociedad lo más normal posible, pues hay parejas o grupos de amigos que hacen olla común para alimentarse y hasta crían sus mascotas.Padres desesperadosUna trabajadora social llevó a la pequeña a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia pese a la oposición de los padres que siguieron a su hija hasta la oficina de protección al menor con la esperanza de recuperarla. Empero, Minerva Guerrero, directora interina de la Defensoría, manifestó que los padres, al ser adictos a las drogas, están inhabilitados para criar a su hija.“En ese ambiente la niña está en riesgo y sin futuro, por lo que es conveniente internarla en un hogar e informar al juez. Si hay familia ampliada se la podemos entregar. Si los padres se rehabilitaran tal vez puedan recuperarla”, explicó Guerrero.En la guarida también había dos adolescentes de 15 años que, de igual forma, fueron llevados a un centro. Vladimir Suaznábar, jefe de las comisarías policiales de la urbe cruceña, dejó al resto de los indigentes en el lugar porque no hay dónde llevarlos, pese a que varios necesitan ayuda médica.A decir de Suaznábar, estas personas, también llamadas ‘topos’, cruzan la ciudad por los canales de drenaje para robar carteras, celulares y todo lo de valor que pudiesenFuente: El Deber.