Procesado en el caso terrorismo
Guider Arancibia Guillén – Periodista
Sentado en una de las gradas del Palacio de Justicia mientras hacía una pausa para aplacar su agitado corazón. Así se encontraba Ronald Castedo ayer en el tiempo de cuarto intermedio concedido por el tribunal que lo juzga por presunto delito de terrorismo. El médico Juan Carlos Santistevan, también incluido en el mismo juicio, le medía la presión. Durante el desarrollo del juicio ha sido internado en reiteradas oportunidades, incluso operado después de sufrir infartos.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Casi todos los recursos que planteó ante la justicia los ha perdido. Por ejemplo, pidió ser separado del juicio por su grave estado de salud; sin embargo, esto fue rechazado. Además acaba de perder una acción de libertad en el Tribunal Departamental de Justicia.
Sus certificaciones médicas presentadas tampoco fueron tomadas en cuenta ni por el tribunal ni por la Fiscalía con el argumento de que deben ser los médicos forenses del Estado los que lo evalúen y emitan sus informes.
¿Cómo se siente a más de tres años de proceso por terrorismo?
Si le digo qué siento va a parecer una actitud poco valiente de mi parte, pero si no lo digo también no voy a dejar constancia. Ya estoy agotado y con signos de cansancio, ustedes pueden darse cuenta. Cada hora tengo que ir al baño porque tomo diuréticos para evitar la retención de líquidos. Para mejorar la capacidad funcional de mi corazón tengo que subir y bajar gradas, incluso hay que hacer pascana para tomar aire y aquí me tiene.
¿Cree que se le están vulnerando sus derechos?
Yo no necesito hacer un show como lo hace el fiscal Sergio Céspedes, que es un minishowman por su condición de hombre pequeño. Él es el dueño de las vidas de los procesados.
Las decisiones del tribunal son lamentables, pues no es más que una marioneta del fiscal y de los representantes del Ministerio de Gobierno, de quienes ni sabemos si son abogados.
Cada día que pasa sigue sucediendo esto mientras tanto mi salud continúa quebrantándose.
En este momento tengo un dolor intenso en mi rodilla. Estimo que tendré que someterme a una revisión completa la semana próxima y espero no presentar dificultades de locomoción. Tengo un fuerte dolor en la boca del estómago, pero estoy aguantando.
¿Presentó al tribunal certificaciones médicas sobre su salud?
Lo que pasó ayer con el tribunal es una vergüenza. El Tribunal Constitucional llamó la atención a una de las salas de Santa Cruz por emitir un fallo equivocado con respecto a la salud de un procesado.
Cualquier problema de salud debería estar por encima de todo lo demás porque lo que se debe respetar es la vida. Hemos presentado más de 40 certificados médicos al tribunal, pero todo sigue igual. La presentación de esos certificados lo hemos hecho en Santa Cruz, en Cochabamba y en Tarija, incluso en Cochabamba, en plena audiencia, sufrí una descompensación de salud.
Al paso que vamos, los forenses del Gobierno lo que van a tener que hacer es mi autopsia. No solo he presentado dos informes médicos de los momentos de mi última internación.
Puedo mostrarles las señales de las últimas cirugías, pero no se trata de mostrar sino de que me están provocando un daño profundo internamente y en la cabeza.
He presentado videos de las operaciones que me hicieron para reparar una antigua lesión y evitar una intervención a corazón abierto. Lo complicado del caso es que en la parte que queda sano del corazón apareció una nueva lesión. Eso ya tiene un avance y, pese a que se presentaron varias filmaciones, documentaciones y análisis clínicos, el fiscal Céspedes es tan sinverguenza, ignorante y atrevido que me está haciendo mucho daño. Me está discriminando como lo hacía en los años 90 cuando junto al extinto fiscal Nemtala torturaba.
El fiscal Céspedes en ese entonces mató al peruano Evaristo Salazar, del comando Néstor Paz Zamora, cuando se ejecutó el plan en el caso del empresario Jorge Lonsdale.
En ese entonces Céspedes era apadrinado por una abogada que ejercía el cargo de fiscal. Todo esto está escrito y es una resolución de la comisión de Derechos Humanos del Parlamento.
El fiscal Céspedes no evolucionó porque sus métodos de tortura siguen. Por ética, él debería apartarse del caso por actuar en complicidad con el fiscal Marcelo Soza, por tener conocimiento de todas las extorsiones que se realizaron.
Sigue manejando todo a su capricho.
Lo que pasa es que el árbol que está torcido no se vuelve a enderezar. Por eso los métodos de tortura no han pasado para el fiscal Céspedes y siguen de moda. Yo diría que él es mi mensajero de la muerte. Seguiré luchando
PERFIL
Ronald Castedo
Procesado
Acusado en el caso de supuesto terrorismo
Exgerente de Cotas
Es ingeniero civil y se desempeñó como gerente general de la Cooperativa Cotas. Fue incluido como uno de los sospechosos de presunto terrorismo y alzamiento armado, juicio que es seguido por el Gobienro a través de representantes del Ministerio Público.
Fuente: El Deber