Ismael Schabib Montero*Mi percepción es que los actuales juristas de la Haya son personas muy capaces, merecen la confianza que les otorga la ONU en su calidad de organismo supranacional, que tiene como fuerza la voluntariedad de las naciones para subordinarse a sus fallos.En el caso que nos ocupa y que es noticia internacional, sobre el reclamo que hizo el gobierno del Perú hace 6 años respecto de su frontera marítima con Chile, el presidente Piñera tiene motivos para aparecer ante los medios de comunicación relajado, comunicando que los argumentos de la representación de su país fueron escuchados, tomados en cuenta. El Perú tenía la ventaja de no perder nada en los resultados, todo era ganancia, aunque podría haber sufrido una derrota moral si no hubiera conseguido algo.La solución de La Haya no fue precisamente una diagonal que hubiera partido del vértice de la costa. En mi criterio, la genialidad de estos señores estuvo en alargar la línea del paralelo hacia alta mar hasta las 80 millas y recién trazar la diagonal. Pareciera que Salomón los iluminó. Interpretaron sabiamente la forma de la costa.Podemos asumir que el Perú ganó, y aunque parezca contradictorio, Chile perdió para unos y no perdió nada para otros países. ¿Por qué?Recordemos que el Mar Territorial se mide desde la Línea Base, que es una línea imaginaria próxima a la costa hasta las doce millas mar adentro; Chile ahí no pierde nada. La zona contigua que es un espacio marítimo que se mide desde el límite externo del Mar Territorial hasta otras doce millas hacia alta mar, en ese espacio tampoco Chile cedió soberanía.Pero la Zona Económica Exclusiva que para algunos países es desde la Línea Base hasta las 200 millas es donde se han tocado los intereses del país trasandino, a partir de las 80 millas hacia alta mar. Entre los países que reconocen las 200 millas como ZEE están los países litigantes; pero para otros que no reconocen este derecho no hay tal por los problemas que causa en los Estados Archipielágicos, otros que se encuentran frente a frente en los estrechos, donde la distancia entre costas no suman 400 millas y la ubicación de los canales en zonas restringidas; para esos países Chile no perdió nada y los países litigantes lo saben. Si la diagonal se hubiese trazado desde el vértice de la costa, la situación hubiese sido totalmente diferente para Chile, porque habría afectado negativamente su Mar Territorial y su Zona Contigua, pero al haberse reconocido la prolongación del paralelo con una extensión de 80 millas mar adentro y recién trazada la diagonal, la situación cambia totalmente.Las autoridades chilenas aliviadas dicen que acatarán el fallo. Los dos países ganaron. El Perú, según su legislación marítima ganó un precioso espacio de la Zona Económica Exclusiva, y Chile, si cumple su promesa de respetar el fallo, habrá ganado prestigio como país respetuoso de la ONU; implícitamente, como país respetuoso de los Tratados; refuerza así la tesis que nos aplica en el caso de nuestro problema marítimo, concretamente el respeto al Tratado de 1904.El reclamo que ha hecho nuestro gobierno ante La Haya, si ésta falla a nuestro favor, también Chile lo va a cumplir, porque lo que se pide es que ese organismo le ordene sentarse a negociar con Bolivia, no que le dé un pedazo de costa, y eso Chile sin la intervención de La Haya antes ya lo hizo; en realidad a Chile le convendría acatarlo para seguir ganando prestigio y consolidar definitivamente lo que ganó mediante la guerra, porque el prestigio también es poder.*Vicealmirante