Prebendalismo, demagogia y un gobierno mezquino que debe irse


Ronald Balderrama*

VICE_linera Recordatorio

Se recordará que la construcción inicial de la imagen de Evo Morales e incluso en su acción política inaugural no estuvo ligada a lo indígena, aunque su liderazgo se encontraba anclado profundamente en la relación entre el mundo indígena y el mundo moderno, relación que se materializaba en la lucha en torno a la hoja de coca.

La dinámica de los acontecimientos políticos alrededor de esta lucha fue tamizada en la mirada de los medios de comunicación. Por ello gran parte de la sociedad boliviana no veía en Evo un líder indígena, sino un líder sindical; incluso él mismo, en sus inicios, proyectó una imagen no de indígena sino de combativo dirigente sindical. Fue a partir de su asunción como presidente que la nueva estrategia de comunicación política colocó formalmente a lo indígena en el centro de la imagen de Morales.



Hoy después de haber transcurrido dos gestiones gubernamentales de Morales y tras los deseos de seguir perpetuándose en el poder, se indica con una claridad que la demagogia realizada en el discurso de Evo fue la constante que le permitió acceder al poder, evidenciándose que la corrupción ha calado mayor profundidad, las inequidades sociales siguen presentes, y la distribución de las riquezas económicas no son percibidas por la sociedad boliviana.

Dato histórico

Desde que asumió el Gobierno, el MAS ha enfrentado una serie de deserciones de militantes de cierta relevancia: Lino Willca, Román Loayza, Félix Patzi y el gran Filipo (Filemón Escobar). Y otros de menor importancia por carecer de bases sociales, pero que cumplieron funciones en el Ejecutivo: Alejandro Almaraz, Alex Contreras, Raúl Prada, Gustavo Guzmán y Pablo Solón.

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Estos hechos dieron rienda a un agrupamiento de nuevos dirigentes que precisamente no datan del origen del proceso de cambio, ni eran revolucionarios, mucho menos idolatraban a Evo Morales pero que se incrustaron al MAS como hoy lo demuestran la serie de hechos y que Rebeca Delgado los califica de llunkus.

El Gobierno se niega en declarar zona de desastre al departamento de Beni

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, afirmó ayer que el Estado tiene la suficiente capacidad operativa para atender las emergencias que se registran en el departamento de Beni, por lo que considera que una declaratoria de desastre convertirá a los benianos en “súbditos” de la cooperación internacional.

”Debemos responder los problemas con dignidad, con soberanía, con capacidad institucional del Estado; si no lo hacemos ahora, vamos a seguir siendo dependientes de la cooperación internacional y estas instancias van a sustituir la autoridad del Estado y nuestros ciudadanos se van a convertir en súbditos de la cooperación internacional, y esto va a lastimar las condiciones de orgullo y autoestima de los bolivianos”, afirmó la autoridad.

El pasado miércoles, el gobernador de Beni, Carmelo Lens, pidió al Gobierno que declare a ese departamento como zona de desastre, lo cual ayudaría a canalizar la cooperación internacional. “Dado el estado desolador en que se encuentra el departamento, pedimos al Gobierno nacional declarar a Beni zona de desastre y enviamos la documentación pertinente. Creemos que la declaratoria permitirá canalizar ayuda del exterior”, dijo Lens.

Lo que acontece en la actualidad

“La tardanza del gobierno central en declarar zona de desastre natural a las áreas del Beni y otras gravemente afectadas por las inundaciones se suma a varios incidentes, que ponen de manifiesto la incapacidad para actuar de manera oportuna y responsable ante las catástrofes naturales. Entre estos incidentes debe mencionarse la detención del gobernador beniano, Carmelo Lens, por fuerzas policiales dependientes del Ministerio de Gobierno, cuando aquel transportaba fondos para la ayuda a los damnificados.

Súmese a esto el retiro de los helicópteros que la Gobernación cruceña utilizaba para el socorro humanitario, ordenado desde altas esferas, y tendremos un patrón de conducta bastante claro.

De lo que se trata es de bloquear toda iniciativa de las administraciones locales o regionales en las actividades de ayuda, para procurar que sea el gobierno central quien tenga el monopolio del rescate. Así de mezquino es el planteamiento.

Por una parte, esta mentalidad es parte de la concepción centralista del régimen de Evo Morales, que concibe a un solo Mesías estatal, encarnado por el caudillo cocalero, como único repartidor de los beneficios de la cosa pública. Pero es evidente que ello está acicateado por las actuales circunstancias pre-electorales.

Mientras tanto, media Bolivia se encuentra bajo agua…” (Emilio Martínez, eju.tv)

El proselitismo aberrante

A través de la instalación de un Ampliado Nacional, el Movimiento Al Socialismo (MAS) afianzó en Cochabamba su abierta campaña electoral para afianzar el binomio Evo Morales – Álvaro García Linera. El hecho es calificado como abusivo y prepotente por la oposición. ”Estos es un abuso de poder. El Órgano Electoral no hace nada por ese motivo deberían irse todos”, sentenció el diputado Luis Felipe Dorado de Convergencia Nacional (CN).

Efecto de un fallo. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) declaró improbada la denuncia que presentó Amílcar Barral contra el oficialismo, por las proclamaciones que trabajadores de Huanuni y Camiri realizaron para la candidatura de Morales. “Es una prueba de que el Gobierno controla los poderes y de manera abusiva y prepotente ahora vulneran las leyes incluso utilizando los recursos y bienes del estado hacen campaña”, dijo Germán Antelo, Senador de CN.

Todos al unísono. En cambio en el círculo de poder del MAS la situación fue distinta en la ciudad de Cochabamba. El ampliado nacional aglutinó a diferentes sectores como la Central Obrera Boliviana, los trabajadores mineros, los petroleros de YPFB, los fabriles y todas las bases sociales del partido oficialista. Ellos aseguraron devotamente su apoyo al “proceso de cambio” liderado por el Presidente Evo Morales.

“De manera orgánica la Central Obrera Boliviana resuelve defender, profundizar y fortalecer el proceso de cambio a la cabeza del compañero Evo Morales”, señaló Juan Carlos Trujillo, máximo ejecutivo de la COB.

La utilización de las tragedias como campaña política

“Hoy vemos al régimen masista utilizando los padecimientos populares para hacer campaña electoral, gastando ingentes recursos públicos en propaganda televisiva, radial y escrita, como aquella en la que se ve al vicepresidente García Linera muy sonriente, cargando dos bolsitas de vituallas para los damnificados.

Evidentemente, los recursos malgastados en publicidad electoralista habrían tenido un mucho mejor destino aplicados a la Defensa Civil.

Por otro lado, tenemos un factor estructural vinculado a la debilidad de la inversión pública en obras de infraestructura relacionadas con el manejo de los recursos hídricos, debido al despilfarro de fondos en múltiples iniciativas arbitrarias o de secundaria necesidad, que van desde la compra de aviones presidenciales de lujo hasta las canchas con césped sintético que el mandatario cocalero se empeña en multiplicar por todo el territorio boliviano.

Una parlamentaria de oposición señalaba días atrás que en el departamento de Cochabamba lo que faltan son obras de embalse y canalización para regadío, comparando titulares de prensa actuales sobre las inundaciones y otros de un par de meses atrás, acerca de la escasez de agua para los cultivos.

Parece claro que si el Estado se dedicara más a sus funciones esenciales, entre las que se encuentran las obras de infraestructura y la seguridad ciudadana, y menos a la creación de empresas públicas deficitarias para esto y aquello, el país estaría en condiciones mucho más favorables para enfrentar los flagelos que azotan a la población…” (eju.tv).

Sin sangre en la cara, el MAS hace campaña con los desastres departamentales

Diputados de Convergencia Nacional realizarán una petición de informe a la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, para que explique cuánto dinero y por qué se lo eroga para la elaboración de spots televisivos, radiofónicos, afiches y otros que resaltan la imagen del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García con el tema de desastres naturales, confundiéndola con propaganda política, según manifestó el jefe de la bancada de oposición, Alex Orozco.

“El Gobierno utiliza el sufrimiento de los bolivianos víctimas de las inundaciones para su campaña política electoral al exhibir al vicepresidente del Estado, Álvaro García, en spots televisivos y afiches cuyo costo debiera destinarse a financiar el auxilio necesario para 50 mil familias bolivianas que requieren alimentos, vivienda, medicamentos y recursos para recuperar su ganado y cosechas”, exhortó.

Para respaldar su denuncia, el legislador exhibió fotografías de una visita que el Vicepresidente realizó a Caranavi con las cuales el ministerio de Comunicación elaboró un spot televisivo, además de afiches institucionales referidos a la entrega de alimentos a las poblaciones afectadas por las inundaciones.

Refiere que el dinero utilizado en este trabajo bien se lo podría usar en la compra de más ayuda humanitaria u otros requerimientos para los damnificados de las lluvias.

“Más allá de lo que comunicacionalmente se ve, lo cuestionable es que se eroguen dineros para financiar esta abierta campaña político electoral, lo éticamente censurable es el uso mediático del infortunio y adversidad que están viviendo nuestros compatriotas y lo que se devela es una falta total de sensibilidad, solidaridad y humanidad”, censuró Orozco.

Opinión

El triunfo que adquieres el MAS el año 2005 determinó la elección directa de Evo Morales a la presidencia sin la necesidad de acudir a una segunda vuelta electoral en el Congreso, aún vigente la República, ésta le otorgó la envestidura presidencial, y este hecho rompió la tradición de la tan cuestionada democracia pactada.

El MAS adquirió una vasta fuerza sin precedentes, que obviamente motivo a actuar de una manera dictatorial para cambiar la estructura político-institucional que se había dejado tras los más de veinte años de democracia ininterrumpida pero pactada y caracterizada por una política económica neoliberal que fue muy criticada en éste período.

Es así que la imposición de refundación de una nueva Bolivia adquiere bastante fuerza con la convocatoria a una realización de la Asamblea Constituyente, donde se advirtió la frontal intromisión del Presidente Morales y del MAS continuamente.

El discurso demagógico creó un escenario donde la lógica dual de poder pudo desarrollar e instaurar una confrontación sin precedentes, en la que los enemigos fueron los que no estuvieron a favor del gobierno, y por consiguiente del proceso de cambio y también fueron catalogados de derechistas, neoliberales e imperialistas.

Manipulación de tinte pintoresco pero que tuvo y tiene un alto grado de impacto psicosocial donde ya no existió adversario sino enemigos a los cuales había que acallar, y utilizar los métodos que el poder otorga para dicho fin.

El acoso a los prefectos de la oposición, seis de los nueve electos en diciembre de 2005, tomó la forma la forma más violenta en Cochabamba, cuando en enero de 2007 en un intento de copar el gobierno del departamento, hordas de cocaleros incendiaron el edificio de la Prefectura y, lo que es más grave, resultaron dos muertos, un campesino cocalero y un estudiante. Se dijo que, los autores materiales e intelectuales, algunos plenamente identificados, no han sido sometidos a la justicia. Estos hechos jamás fueron esclarecidos.

Las irregularidades que continuamente suma el actual gobierno son variadas, hoy Bolivia vive una de sus mayores tragedias ocasionadas por la naturaleza, las lluvias que azotan a varios departamentos, inundaciones donde las pérdidas son cuantiosas, donde familias lo han perdido todo, donde la insensibilidad social hace que en las áreas urbanas no exista solidaridad y se ocupen de las festividades del carnaval, bailando, bebiendo y por supuesto olvidando problemas que son in-visibilizados por muchos fraternos.

A esto se suma un gobierno que intenta tener el monopolio absoluto de la ayuda, simplemente velando sus intereses políticos, utilizando las tragedias como campaña política, creando spots electorales sin que ninguna institución encargada de penalizar dicha actitud haga algo al respecto, mucho menos el Órgano Electoral.

Hoy no existen límites morales ni valores en la gestión gubernamental del MAS y de Evo Morales, hoy una vez más vuelve a predominar una demagogia, un prebendalismo, una corrupción que crece sin límites, donde las ansias de perpetuidad en el poder son atendidas con prioridad.

Es por muchas de estas razones que el gobierno actual debe y tiene que irse, la incompetencia ha quedado evidenciada, la ineficiencia es característica central de la gestión pública, la corrupción no ha sido erradicada, y la pobreza como la falta de empleo y oportunidades, aún continúan presentes.

Estimado lector: ¿Le parece justo que el presidente Morales utilice las zonas de desastre que están totalmente inundadas en todo el país, para convertirlas en propaganda de campaña política electoral?

*Politólogo