Especialistas explican las pérdidas económicas desde la Guerra del Pacífico hasta la actualidad.
La pérdida de la riqueza mineral, los impuestos y materias primas en el litoral boliviano, así como las dificultades para la importación y exportación de productos coartan a Bolivia la posibilidad de ser una de las mayores potencias en América Latina, según la afirmación de expertos.
El especialista en Políticas Públicas del Instituto de Estudios Sociales y Económicos Sociales, de la Universidad Mayor de San Simón, Fernando Salazar, realiza un análisis histórico de las pérdidas económicas, mientras que el expresidente de la Federación de Empresarios Privados y actual gerente general de ‘Global SRL’ Despachantes de Aduana, Carlos Flores, detalla las limitaciones a la industria.
ANÁLISIS HISTÓRICO
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“Bolivia, a partir de 1878, perdió la mitad de sus ingresos fiscales. Dato que en la actualidad también es válido”, afirma Salazar apoyado en cifras sobre el Producto Interno Bruto (PIB) de aquel entonces
Salazar, con datos del historiador Luis Peñaloza, en su libro ‘Nueva historia económica de Bolivia, la Guerra del Pacífico’ (1984), señala que el ingreso nacional entre 1825 y 1878 -previos a la guerra- era constante y llegando a 1,9 millones bolivianos el año 1878.
A consecuencia de la pérdida del litoral, ese año Bolivia dejó de percibir un ingreso de 924.100 bolivianos, solo por impuestos, que constituía en el 49,4 por ciento del ingreso fiscal nacional.
Estos ingresos provenían de los impuestos y concesiones mineras, explotación de guano y salitre, la pesca marítima y todo el ingreso de Aduanas por concepto de importaciones
Salazar destaca que, aun en el sistema de tributación más liberal, donde se cobraba un impuesto mínimo -como lo hacían Simón I. Patiño, Aniceto Arce y Gregorio Pacheco-, los ingresos provenientes de esta región estaban entre los más importantes.
“Bajo esta lógica tenemos que pensar qué implica el litoral para Bolivia”, reflexiona el investigador
El total acumulado en estos 135 años, desde la Guerra del Pacífico, sería lo que concretamente Bolivia perdió
Pero además de estas pérdidas, se debe considerar también el hecho de que ahora Chile es el mayor productor de cobre y uno de los principales exportadores de pescado en el mundo.
“¿Dónde están esos yacimientos de cobre? ¿Dónde están esas aguas? En el territorio perdido”, señala Salazar.
Existen muchos otros factores que han hecho de Chile una de las principales economías de Latinoamérica. “Nuestro desarrollo industrial a partir de 1900 fue muy lento con la construcción de los ferrocarriles, pero si manteníamos los ingresos por impuestos en las costas del litoral, ahora Bolivia tendría la misma capacidad económica que Brasil y Argentina en América o cualquier potencia del Asia”, afirma el especialista.
Entonces, Bolivia no solo perdió un desierto, sino la mitad de los ingresos económicos por impuestos, sin considerar la riqueza y el potencial que podría haberlo llevado, de un salto, al desarrollo industrial más importante
El empresario Carlos Flores es quien precisa todas estas limitaciones para la industria. La falta de acceso a puertos marítimos repercute en que las importaciones de artículos y las exportaciones de productos nacionales se vean obligadas a superar obstáculos como el transporte y sus mayores costos.
A su vez, por la lejanía con los principales mercados, el país enfrenta grandes dificultades para integrarse a la economía mundial. “El ingreso per cápita, en el caso de los países en desarrollo sin litoral, llega a ser solamente la quinta parte del ingreso de países en desarrollo con litoral”, afirma Flores
El empresario cita el informe Doing Business -elaborado por el Banco Mundial- que compara 189 economías y considera el comercio transfronterizo- para indicar que Bolivia quedó en la posición 126 de 189 países.
EXPORTACIÓN
Los indicadores analizados en lo referente al transporte transfronterizo muestran que en Bolivia se necesitan alrededor de siete documentos para exportar, uno más que el promedio que se requieren en América Latina.
Por otro lado, la cantidad de días que se demora para exportar llega a 21 días cuando la media regional es de 17. Ése es un factor que reduce bastante la competitividad, acompañado del costo promedio de exportación del país
Realizando un balance, con relación a los países vecinos, se puede mencionar que en el caso de Perú el costo de exportación por contenedor es de 890 dólares y el promedio en Chile llega a 980 dólares.
Para Bolivia, este costo asciende a 1.440 dólares por contenedor en relación a los 1.238 dólares para la región.
De los 1.440 dólares que debe pagar el exportador boliviano por contenedor, 1.025 son destinados a transporte interior y manejo; y puertos y manejo de terminal.
“Muestra una notable diferencia en término de costos que afectan al productor nacional”, acota Flores.
IMPORTACIÓN
Para las importaciones, la situación es similar, el tiempo en días para importar llega a 24 en relación a los 19 días que es el promedio de la región.
Asimismo, el costo de importación por contenedor llega a 1.745 dólares por contenedor, mayor a los 1.283 dólares que reporta el promedio para América Latina. Este costo, en el caso de Perú, llega a los 1.010 dólares por contenedor y en Chile a 930. “Nuevamente, se observa que el transporte interior y manejo, y puerto y manejo de terminal son los mayores costos, superando entre ambos los 1.100 dólares, factor que ocupa la mayor proporción de los costos para el importador boliviano.
Para resaltar estos ejemplos, Flores cita el estudio de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, que precisa las principales limitaciones y efectos en los países en desarrollo sin litoral; entre éstos la deficiencia en infraestructura, el pequeño volumen de los mercados internos, la lejanía y el aislamiento de los mercados internacionales, el alto nivel de vulnerabilidad de perturbaciones externas, la escasa participación en el sistema multilateral del comercio, las dificultades para atraer inversión extranjera directa, dependencia de pocos mercados, poca diversificación y variedad de productos exportados y la escasa competitividad.˚
Fuente: OPINIÓN (Cochabamba).