Hoy vamos a recomendar (calurosamente) un film de dibujos animados. Más bien, una compilación de sketches en dibujos animados llamada Nudl Nude. Es de Corea del Sur y dura aproximadamente una hora (hay una segunda compilación de la misma duración, de paso, y ambas pueden encontrarse con poco esfuerzo en sitios porno y eróticos, incluso también en sitios dedicados exclusivamente a la animación japonesa y coreana). Lo que estos films tienen es aquello por lo que venimos pidiendo pista en esta columna desde que, hace cuatro años (ya) comenzamos a publicarla: un poco de humor y el uso del sexo no como pura exhibición genital sino como excusa para hablar de otras cosas.
Atención y advertencia: no es que estemos contra la pura exhibición genital (que puede ser bella, estimulante e interesante) sino que nos molesta el hecho de que el sexo en imágenes sea casi exclusivamente eso. Segunda advertencia para quien se anime a pasar por estas pequeñas películas: no hay genitales en exhibición y sí mucha picardía. De hecho, en Corea del Sur, Nudl Nude tiene espacio televisivo y está “prohibido” solo para menores de catorce años. En cierto sentido, por lo demás, se trata del recorrido erótico con mirada más o menos adolescente. El humor es mucho más cercano al de Olmedo que a la crueldad escatológica de Tinto Brass, sin ir más lejos. Pero dijimos que en realidad se trata de usar el sexo para mostrar alguna otra cosa.
El cine coreano es uno de los que más y mejor se ha desarrollado en las últimas dos décadas, y el mercado de la animación también, dado que creció proveyendo de trabajo tercerizado a las grandes producciones estadounidenses (la mayor parte de la animación de Los Simpson se hace en el estudio Rough Draft, en Seúl). Esto favoreció la aparición de grandes artistas y grandes films (busque el lector la saga de ciencia ficción Wonderful Days, de una enorme potencia gráfica, melodramática y política). Por otro lado, Corea y Japón llevan siglos de enorme rivalidad -incluso trágica- pero también de complementación cultural. De allí que haya semejanzas tanto en la manera como los coreanos dibujan como en las temáticas y formas de su propio “hentai”. Pero hay otra diferencia: Corea es mayormente cristiana, y protestante además, lo que vuelve sus imaginaciones un poco más reprimidas o laterales que las japonesas.
Dicho esto, Nudl Nude muestra en realidad un amplio abanico de situaciones cotidianas, de un registro costumbrista. Desde el campesino tradicional que recibe una danza erótica para calmar sus ardores, hasta el pobre joven demasiado excitado que se ve sometido, sin querer, a la violencia de un grupo de mujeres ofendidas en la vía pública. O el grupo de amigas que se prepara para recibir, cada una en su propia casa, una cierta llamada telefónica que es en realidad una manera de evitar el machismo sexual por amistad interpuesta. En todas estas viñetas picarescas aparece en sesgo una sociedad a mitad de camino entre la liberación sexual y la represión, dependiente de la tecnología en grado sumo, con un gran respeto – paradójico- por sus tradiciones y una vida urbana estratificada, burocrática y alienante. Todo, claro, con humor, a veces grotesco. Una de las ventajas es que se trata de una colección sin diálogos que, bien vista, muestra la relación de cualquier ser humano del universo actual con esa presión, ese placer y ese problema que representa el sexo después de la revolución sexual y el HIV.
Puede verla con adolescentes, incluso (17 años, digamos) y reírse y discutir abiertamente algunas cosas. El sexo como tema puede producir buen humor.
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Fuente: http://www.diariobae.com/