Como diría el tío de Peter Parker (Spiderman), “todo gran poder, conlleva una gran responsabilidad” y en el caso del Galaxy S5, su gran poder es que es resistente al agua y al polvo, lo que nos obliga a que tengamos que tomar una serie de precauciones para evitar un desastre a la mínima que le caiga un poquito de agua. Sobre todo ahora que pronto llegará el verano.Hasta ahora cuando querías comprar una nueva tapa trasera a tu Galaxy S3 o S4 no te fijabas en ningún detalle especial más allá de que te gustara su color, su textura, su dibujo o el mensaje que trajera. Pues bien, con el Galaxy S5 ahora hay que tener un elemento más en cuenta y es tan importante como que la vida de tu smartphone depende de él.Imagínate que te has comprado un Galaxy S5 nuevo y libre por casi 700€, o lo has conseguido gracias a un operador vinculado a una tarifa de datos que, más o menos, te saldrá (casi) por lo mismo. Tras ese enorme desembolso de dinero, vas y compras una funda de esas que se venden en los chinos por apenas 3€. Cuando llega el verano te lo llevas a la piscina ‘por que es resistente al agua’ pero en cuanto le caen dos gotas, tu flamante smartphone se apaga y adiós. Se ha mojado y no tiene reparación posible.