Los hidrocarburos y la mentalidad rentista de Bolivia


Boris Santos Gómez*

boris gomez ok No es novedad que las regiones, municipios o universidades sigan pidiendo y esperando que el Tesoro General de la Nación (TGN) vuelva a cortar la ‘torta’ de los ingresos por hidrocarburos para redistribuirlos en 2014 a los principales comensales.

Lo que tampoco cambió es la mentalidad de seguir insistiendo en tratar de fijar nuevos montos de government take o impuestos a la actividad energética en general para seguir viviendo de esos ingresos rentistas.



No hace mucho el jefe del régimen boliviano destacó el récord que alcanzó la renta petrolera generada por la estatal petrolera durante 2012 que llegó a $us 4.000 millones, un pingüe número si se compara con la economía del rentismo petrolero venezolano.

Lo que extraña es que no se exige un cambio drástico de esquema de desarrollo del rentismo a una producción de valor agregado sobre la materia prima que es el gas.

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La mentalidad del rentismo ‘achata’ la ambición y la planificación del sector. La prueba más fehaciente -y señalada hasta el cansancio- es que en seis años de administración del régimen no se tiene nuevas políticas públicas en energía, menos una legislación moderna del sector.

Adicionalmente al esquema mental del ‘rentismo’ que predomina en el país, se debe sub- rayar que no hubo perforación ni exploración en el territorio nacional, de manera que tanto las reservas como las inversiones en upstream & downstream no incrementaron, de manera que el consumo interno de energía sigue ‘chato’, lo que no permite el despegue de la industria nacional y de otros sectores productivos del país.

*Economista y MBA del sector privado

El Deber – Santa Cruz