¿Qué haríamos sin las redes inalámbricas? Hoy en día tener una Wi-Fi en casa se ha convertido en un elemento indispensable que da vida a teléfonos, portátiles y cualquier tipo de dispositivo electrónico. Sin embargo, los routers que muchos proveedores ofrecen con sus paquetes de conexión no suelen cubrir las necesidades de todos los usuarios, ya que según la distribución que tengamos en casa, a veces leer desde la cama los links que guardaste en Evernote resulta todo un castigo debido a la falta de cobertura.
Por suerte Belkin ha presentado un producto con el que quiere poner fin a todos esos problemas de intensidad de señal de la manera más fácil posible. Se llama Wi-Fi Range Extender y hemos podido probarlo para comprobar su poder de amplificación. ¿Quieres saber si merece la pena? Descúbrelo a continuación.
Belkin Wi-Fi Range Extender
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El equipo se presenta como una nueva versión del ya existente N300 Dual-Band WiFi Range Extender. La versión que hemos probado es más económica y compacta, pero para ello ha tenido que prescindir de una característica clave del N300: La pareja de antenas duales que ofrecen conexiones de 2,4 GHz y 5 GHz. Para quien no le importe demasiado, sin embargo, la banda de los 5 GHz, este nuevo modelo le atraerá por su compacto diseño de 6 centímetros que no llamará demasiado la atención una vez que lo tengamos colocado en el enchufe. Y es que eso es precisamente lo que más nos gusta del Wi-Fi Range Extender, su sencillez. Sólo tendremos que enchufarlo y olvidarnos de él para siempre, ya que en la primera conexión (aparecerá una red inalámbrica llamada Belkin.setup) solo habrá que seguir un sencillo asistente en el que completar algunos parámetros de nuestra red actual.
Tal y como puedes ver en la imagen superior, el panel nos mostrará las redes inalámbricas que estén a su alcance, seleccionaremos la nuestra e introduciremos las credenciales de la red para que el pequeño dispositivo se conecte como un equipo más. A partir de ahí no volveremos a saber nada del pequeño Belkin, ya que clonará el SSID de nuestra red y simulará ser una extensión de nuestro router. De esta forma, nuestros dispositivos no necesitarán una nueva clave de acceso, ya que se estarán conectando a la misma red.
Las recomendaciones del fabricante indican que debemos colocar el amplificador en una zona donde la cobertura de nuestro router alcance el 50%. En nuestras pruebas hemos comprobado que podemos exprimir sin problemas dicha distancia, aunque el rendimiento de la conexión se verá disminuido a medida que la señal que reciba el amplificador sea inferior.
Arriba la red duplicada con el Wi-Fi Range Extender, abajo la red de nuestro router
Los resultados saltan a la vista, ya que, tras comprobar la conexión con un test de velocidad, hemos visto que la señal es francamente buena en zonas donde nuestro router no ofrecía buena conexión. Por ejemplo, de tener una velocidad de descarga de 1,56 Mbps, el Range Extenter de Belkin nos ha llegado a ofrecer 12,38 Mbps de bajada, mientras que la subida ha pasado de los casi invisibles 0,24 Mbps a 12,08 Mbps.
Test conectado al router
Test conectado al Wi-Fi Range Extender
¿Qué podemos mejorar en este amplificador inalámbrico? La banda de los 2,4 GHz se nos queda escasa para muchos dispositivos, pero teniendo en cuenta que el fabricante ya ofrece un modelo dual con compatibilidad de 5 GHz (algo más grande, eso sí), no vemos necesario la incorporación de dicha banda. Por otro lado, bajo nuestro punto de vista, el diseño perfecto debería incluir un enchufe. De esta manera no perderíamos la conexión a la que está anclada el adaptador de Belkin, pero para ello habría que reducir demasiado los componentes internos del equipo, y mucho nos tememos que por ahora no se puede hacer más. Por último, nos gustaría que fuera resistente a las inclemencias del tiempo, ya que colocándolo en exteriores nos serviría para ampliar la cobertura en el jardín o en zonas donde podría mojarse.
En resumen, estamos ante un equipo idóneo para hogares que quieran ampliar la cobertura Wi-Fi, ya que su instalación es extremadamente sencilla y su rendimiento es excepcional. Igualmente podremos cambiarlo de lugar sin miedo a perder la configuración, algo que nos permitirá extender la red inalámbrica en distintos puntos según nos convenga. Lo mejor sin duda es su precio, ya que por 34,99 euros se convierte en casi un imprescindible que todo aquel con problemas de cobertura y sin ganas de colocar un cable Ethernet debería de tener en casa.
Fuente: engadget.com