Fabio Zambrana, el artista boliviano que nació para la música


fabiozambrana“Siempre soñé ser cantante, al mundo de fantasía no lo dejaba morir, luché por cumplir mi sueño y mantenía en la realidad ese equilibrio, de luchar para lograrlo y pensaba: yo antes de tener un millón de fans tengo por lo menos que tener “uno”.

“Una canción puede demorar años en escribirse, así como puede salir en media hora, esa es la magia de la música”. Para componer no hay métodos y no existen parámetros. Para Azul Azul escribió más de 80 canciones y solo una fue éxito mundial.

“No puedo vivir sin la música, tengo que hacer algo que tenga que ver con las melodías, aunque sea cargar guitarras en una tienda (risas), si no me deprimo”, expresa Fabio Zambrana, compositor y cantante del que fuera el grupo boliviano de trayectoria mundial Azul Azul, quien dejó en alto el nombre del país en muchas ocasiones con su música.



Hoy es compositor al 100% de varios cantantes reconocidos como: Alejandra Guzmán, Paulina Rubio, Chayanne y Amaia Montero entre otros. “Tuve el mejor trabajo del mundo, 21 años de ser cantante con más de 500 conciertos alrededor del mundo y disfrutar de mi público y ahora tengo también el mejor trabajo mundo que es componer y escribir canciones para enviarlas a Sony Publishing”, desde mi estudio.

Desde pequeño cantaba en las reuniones familiares y no solo cantaba; si no también pedía quintos, “ya estaba naciendo el artista y el empresario, la música me nació natural, relata. “Mi primer instrumento fue un palo de escoba que lo usaba como guitarra y me hacía el que estaba tocando”, (risas).

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Recuerda que su madre lo mandaba a la ferretería cerca de su casa a comprar clavos o tachuelas, y lo veía al dueño de la ferretería con su guitarra en mano. “Un día me animé y le pedí que me enseñe a tocar, me dijo: antes de aprender a tocar tienes que aprender a afinar”. Le enseño a tocar su primer canción inédita.

En el colegio participa en los festivales intercolegiales de música y obtiene lugares sobresalientes, por el talento que tiene es buscado por sus amigos para dar serenatas en los balcones cruceños. Dando serenata es que conoce a Fabiola Bruno, su esposa.

Sale bachiller y sigue soñando con la música; pero se enfrenta con el problema que en Bolivia no existían escuelas de música y a quien se le pregunte: ¿Oye como lo hiciste?, entonces viaja a Estados Unidos pensando que allí triunfaría, pero las cosas no se dan como lo imaginaba, la vida fue muy dura; termina lavando autos, limpiando pisos y cortando pasto.

Vuelve a Bolivia y se dedica a cantar rock pero no ganaba como quería. En 1988 entra a cantar al Grupo Zambia en acontecimientos sociales. Fabio hace un análisis de las personas y llega a la conclusión que el “bum” de la época es el merengue, la cumbia y las baladas. En 1990 forma su propio grupo de música que al principio se llamó Azul, para luego llamarse Azul Azul. “El corte de la banana” es lanzado el 12 de octubre de 1995 con la disquera Musicanga, ese mismo año graban y filman el primer video clip del tema “Mamá no quiero comer más huevo”.

Culea es como decir: “bailemos merengue” en Centro América y es así que Fabio decide componer “El baile del culea”. Luego de dos horas Fabio concluye reemplazar la palabra “culea, por bomba”, considera que esta era una palabra más apropiada para nosotros. “La Bomba fue un regalo de Dios que sin pensarlo llego a ser un éxito mundial en el año 2000”, manifiesta el único artista boliviano que conquisto al mundo entero y que vive de las regalías de este exitoso tema. Se vendieron más de 16 millones de copias en el mundo.

Azul Azul decide despedirse en su mejor momento, pero el Tour por Bolivia es postergado es varias ocasiones puesto que reciben invitaciones de Estados y Europa. “Era como si el universo conspirara para que no nos despidamos e incluso el video de “Gracias por siempre” fue filmado un año antes de nuestra despedida”, aclara.

Fabio no estuvo presente en varios acontecimientos de su vida familiar, no disfruto de muchas etapas de su único hijo, Andrés Zambrana Bruno de 14 años. Ahora está dedicado exclusivamente a componer y aprovecha sus tardes para compartir en familia. Recoge a su hijo del colegio, hacen tareas juntos y practican deporte. Tiene el estudio en casa de su madre para estar con ella todos los días, compartir y saber de sus necesidades. “Quería una vida más familiar y gracias a Dios lo he logrado”.

“Me siento orgulloso de “Ser Boliviano” siempre fui con mi chulo en el que se lee Bolivia en letras grandes a todas las entrevistas, mucho antes de que se convierta en un eslogan político: amar al país. Le piden de Naciones Unidas que escriba una canción con un mensaje para los bolivianos, de ahí surge “Bolivia a todo pulmón” con este tema le nace el orgullo de ser bolivianos a nuestros compatriotas, concluye Fabio Zambrana.

Fuente: Revista For Kids y Familia