La Cancillería informó que en ese trabajo fueron utilizados instrumentos de alta tecnología que reducen a milímetros los márgenes de error.
Bolivia y Perú concluyeron la demarcación de la frontera amazónica que une ambos países con la colocación de 16 hitos, doce de los cuales están ubicados en la línea que se prolonga del hito 35 al hito 47, en la parte norte de Pando. Otros seis fueron plantados a inicios de 2013 y son parte de los trabajos para precautelar la soberanía, informó la Cancillería.
En este trabajo fueron empleados “ instrumentos de alta precisión geodésica, (que) permiten lograr márgenes de error de apenas milímetros”, que permitirán, añade un documento oficial, corregir las diferencias de medición de algunos hitos construidos en el pasado “con márgenes de error que podían llegar a decenas e incluso cientos de metros” por la tecnología usada.
El exdirector de Límites de la Cancillería Roger Mattos recordó que la poca demarcación generó conflictos por la presencia de ciudadanos peruanos en territorio boliviano.
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De los 16 nuevos mojones, 12 están en la línea que se prolonga del hito 35 al 47, en la parte norte de Pando. Los otros cuatro se ubican en la geodésica entre el hito 35 y la confluencia de los ríos Heath y Madre de Dios, en la reserva forestal de vida silvestre Manuripi, según la Cancillería.
A diferencia del pasado, esas señales de límites son construidos con una mezcla de concreto recubierto y tubos PVC, lo que permite erigir una cantidad en tiempo record. El empleo de esos materiales posibilitará el próximo año programar más trabajos con la finalidad de continuar clarificando el transcurso de la línea de frontera y evitar conflictos sociales y la explotación ilegal de los recursos naturales.
“Este trabajo encabezado en la parte boliviana por el Ministerio de Relaciones Exteriores, responde al objetivo de precautelar la soberanía nacional en el marco de sus competencias”, explicó la Cancillería a través de un boletín de prensa.
Bolivia tiene 6.834 kilómetros de frontera. Mattos recordó que con Paraguay se construyó ‘una picada’, es decir, una brecha semejante a un camino de ocho metros de ancho: cuatro del lado boliviano y cuatro del lado paraguayo. “Falta aún unos 300 kilómetros, lo que es el departamento de Santa Cruz”, explicó.
Con Brasil, la comisión mixta demarcadora concluyó en 2013 la construcción de más de 10 mojones para mayor visibilidad a la línea fronteriza ante el crecimiento poblacional. “Es una frontera demasiado extensa. No es fácil la demarcación porque a diferencia de Paraguay la frontera son líneas curvas”.
En el caso con Argentina, Mattos explicó que el único inconveniente se presentó en el sector denominado Triángulo de Bermejo. “Es un lugar complicado porque antes se definió que el límite sea el río Bermejo, pero en un sector el afluente del río se desliza hacia Argentina y en otros hacia Bolivia”, detalló.
En enero, ambos países afirmaron que no existen problemas de límites, esto en relación a un impasse en la zona del paraje Valle del Silencio, en Santa Victoria Oeste, donde sus pobladores denunciaron que habían sido intimados por supuestas autoridades de Tarija a desalojar terrenos argentinos donde llevan a pastar a sus animales.
Mattos recordó que entre Bolivia y Chile no hubo problemas de límites, sin embargo recalcó que sería importante “densificar los hitos”. “Lo ideal es que desde un hito se vea el otro, como la línea fronteriza es muy extensa, entonces en muchos lugares no se ven de uno a otro”.