Casi a diario vemos en TV el show de los “representantes” de algún grupo de oposición que “se suman al proceso de cambio”.El hecho no es casual, ni fruto de la espontaneidad de estos dudosos sujetos, sino que se trata de uno de los pilares del diseño de campaña del Movimiento Al Socialismo, junto a la distorsión de encuestas.Lo que se busca con esta catarata artificial de pasa-pasas es generar la sensación de un triunfo aplastante e irreversible del partido de gobierno, el mismo objetivo al que apuntan los sondeos amañados, sea en su elaboración o interpretación.Pero si analizamos en detalle quiénes son los que se prestan a la estrategia del transfugio, veremos que no pasan de unas cuantas docenas de politiqueros de tercera o cuarta línea, dirigentes medios o simples militantes, más algún diputado opositor sin perspectivas de reelección. Suficientes, sin embargo, para nutrir el show mediático oficialista.Más allá de este montaje de apariencias, la nerviosa insistencia masista por el “voto en línea” da cuenta de una realidad muy diferente, donde la rebelión de una parte sustancial de su electorado mediante el “voto cruzado” podría dejar al partido oficial sin sus anhelados 2/3 parlamentarios…[email protected]