Ballivián: «Es como quitarte parte de tu vida»


54300e93a2917.r_1412435636901.228-47-752-317El lateral de la ‘U’ de Sucre habló sobre la sanción que le impusieron por la agresión a un juez de línea mexicano.

¿Tu experiencia en las Selecciones nacionales son tus mejores recuerdos?

Desde luego que sí. La experiencia que más me marcó fue la Sub 15. Estaba en Cochabamba y escuché la lista de convocados y estuve entre los tres últimos; la alegría era tremenda y lloré. Fue la primera vez que viajé en avión y era un sueño cumplido. El Sudamericano fue en Brasil. Con la Sub 20 también fue inolvidable, porque a esa edad ya se juega a otro ritmo. Enfrenté a rivales como James, Neymar, Lucas, entre otros que ahora son figuras mundiales. Jugamos en Perú.



Pero ganar los Bolivarianos fue también lindo, porque salimos campeones en Sucre luego de haber disputado el Sudamericano Sub 17 en Chile; ahí estuvimos a un gol de ir al Mundial de Sudáfrica, pero no pudimos. Entonces llegamos con gran ritmo a los Juegos Bolivarianos.

¿Y qué experiencia te deja la Selección mayor?

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Ser convocado a la Selección mayor fue lo máximo, es como enamorarse por primera vez. Vestir la camiseta Verde fue como mi primer amor, como cuando tus ojos se vuelven corazones, fue una alegría inmensa. Jugué los dos encuentros (frente a Ecuador y México), pero lastimosamente ocurrió lo que pasó (fue expulsado y sancionado por reclamar airadamente al árbitro asistente). Veo una y otras vez las imágenes, yo mismo me desconozco. Los que me conocen saben cómo soy, pero yo sí reconozco que reclamé muy molesto, pero, nunca tuve la intención de agredirle. Las imágenes muestran que no le hice nada, sólo que al ponerme de puntillas le rose o le toque el pecho, pero nada más.

¿Fue injusta la sanción de seis meses sin poder hacer actividad futbolística a nivel nacional e internacional?

Estoy muy triste por los seis meses, es como quitarte parte de tu vida, no tengo palabras. Pido disculpas a los niños principalmente, porque el jugador de fútbol debe ser ejemplo para los niños. Tengo fe de que en los próximos días se rebaje el castigo, es cierto que exagero, pero para nada intenté agredir y menos empujar al árbitro. Pido al Tribunal que me consideren. Probablemente los nervios me traicionaron. Todo esto me servirá para aprender y crecer, pero me están perjudicando en mi fuente de trabajo.

Fuente: eldeber.com.bo