Disyuntiva postelectoral


Karen Arauzkaren-arauz1La clara derrota del MAS en el Beni, tiene mar de fondo. Por un lado, un sentimiento de alivio por constatar que por mucha prebenda con que se pretenda comprar conciencias, existen los que con orgullo inocultable, son reconocidos y no hacen demostraciones rimbombantes simplemente porque no lo necesitan. El beniano, es un pueblo orgulloso, no aparenta serlo. La negación a declarar zona de desastre a su territorio después de las históricas inundaciones, fue una afrenta que el Beni no olvidará. Y muchos tampoco olvidaremos la desesperación e impotencia de hombres y animales.La venganza del gobierno por la elección de un Gobernador opositor, se tradujo en indiferencia y maltrato. Nada debe ser tan humillante como tener que pedir por algo que se pertenece y sobre lo que se tiene derecho. Juan Ramón Quintana, designado como señor de las tierras bajas, no perdonó que Jessica Jordán, no llegara a la Gobernación pese a sus denodados esfuerzos. Para la vendetta, cayeron como anillo al dedo las inundaciones. El dolor por las pérdidas que esta tragedia causó, propinó gran placer a los psicóticos que castigan a sus contrincantes con vejaciones para sentar precedentes.El resultado electoral en el Beni ha sido la merecida bofetada que ha recibido el oficialismo. La diferencia está en que el orgullo beniano es genuino. No es que no votan por el MAS por una actitud revanchista: simplemente el beniano, no tiene necesidad de fingir una amistad apócrifa y sacar provecho de ella. Saben dónde están sus amigos y sus afectos. Y a los que no comparten su manera de ser, franca y abierta, como es la gente de la llanura, simplemente la ignoran.Esta verdad sin duda, le traerá al Beni más de un problema. Todos hemos sido testigos, de la «ninguneada» constante que soporta el Gobernador opositor. Es que el tono totalitario no puede admitir que algunos no se postren genuflexos en una adhesión detrás de una bandera que no le dice nada. Los benianos son gente de campo. Lidia con la naturaleza desde que nace y es con ella con la que interactúa. Posiblemente no entiende de formalidad -ni le interesa- para aparentar algo que está lejos de sentir.Después de nueve años de ejercer una importante presión en todo el país en manifiesta imposición, el miedo, la carestía, la amenaza, es claro que no dobla todas las rodillas. La gente del oriente es así. Por esa razón es que se debe reflexionar sobre los datos que está evacuando el Tribunal Electoral -que es toda una pieza de ineficiencia- anotando ventaja en Santa Cruz. Aunque sin duda hay cruceños pragmáticos, a los que no les importa de qué color sea el gato, con tal de que case ratones.Los cruceños responsables de la verdadera productividad, han logrado que la Feria Exposición tampoco sea sólo orgullo cruceño. Es una inmensa ventana de oportunidades para todos los bolivianos, que se muestran a tiempo de sacar el máximo provecho. Tampoco pasó desapercibida, la perseverancia con la que se trabajó para doblegar el espíritu luchador y libertario de Santa Cruz. El caso separatismo-terrorismo, marcó al cruceño con un estigma que todos saben no le corresponde. A esto se suma la gran migración de occidente del país que poco a poco ha ido llenando espacios e instalándose con sus costumbres y preferencias distorsionando en gran medida el concepto de lo «cruceño» en su verdadera acepción.Terrible situación aconteció en Pando, otra maravillosa tierra amazónica, que fue envuelta en uno de los grandes interrogantes cuya verdad, que sólo la historia develará. Pero fue un golpe bajo tan contundente y letal en los albores del régimen masista, que traumatizó a la población pandina y congeló su naturaleza abierta y también proclive a la libertad. Para lograr cierta forma de sometimiento, se invirtieron importantes sumas de dinero y se movilizó a cientos de colonizadores de occidente, brindándoles todo tipo de apoyo a fin, otra vez, de penetrar y debilitar la esencia del pandino.Porque nadie cree que el genuino interés es llevar desarrollo a las regiones porque tienen una verdadera vocación de servicio al país. Todo se mide en la ecuación inversión-beneficio. Hace unas horas, Evo Morales volvió a apelar a la ilegalidad al recomendar a YPFB, una vez más «meterle nomas». Esto, sumado a los reproches a un par de cientos de cocaleros que en el Chapare optaron por votar por los candidatos de oposición, es una demostración inequívoca de hacia dónde va su afianzamiento en el poder. No obstante haber logrado 96% de los votos en su feudo, ese 4% lo ha indignado. Si eso no es inclinación totalitaria, no sabemos qué puede ser.Todo el andamiaje institucional ha colapsado. No es fácil admitir que parte de nuestro pueblo está enfermo de inmediatez, de afán de regalar o vender sus voluntades. No cabe la mínima posibilidad de que Evo Morales sea magnánimo en el triunfo. Lo único que queda, dolorosamente, es saber que ninguna avalancha de votos puede vencer a las leyes de la economía, tan inmutables como la ley de la gravedad. Terrible constatación, de que para ser libres, debemos esperar el colapso.El Día – Santa Cruz