En una amplia entrevista, el vicepresidente Álvaro García Linera volvió a mostrar sus dotes maquiavélicas para distorsionar e invertir la realidad, al acusar al empresariado cruceño de su propio pecado: el rentismo.“Qananchiri” (su alias en tiempos de terrorista en el EGTK) pidió “la conversión del empresariado cruceño de rentista a productor”. Parece una broma, considerando que la acusación va dirigida a la burguesía más productiva e innovadora del país.En cambio, el vice obvió autocrítica alguna hacia el gobierno que co-dirige (hay quienes dicen que simplemente dirige), en cuanto al modelo rentista aplicado durante casi una década.La renta gasífera, lograda en base a reservas encontradas por administraciones anteriores y a mercados externos abiertos también por esos predecesores, y a una ley de hidrocarburos promulgada por Hormando Vaca Diez en el 2005, ha sido el sostén de toda la política distributiva y keynesiana del régimen evista, al tiempo que esa misma administración gubernamental le ponía palos en la rueda al empresariado cruceño mediante cupos y prohibiciones de exportación.Ahora, ante una bajada de los precios internacionales que pone en riesgo la continuidad del modelo, Qananchiri parece estar buscando en la burguesía del oriente un chivo expiatorio para los problemas que puedan sobrevenir…[email protected]