La niña boliviana Rosalía Apaza Pillco, que fue atacada por dos perros rottweiler en 2013 en El Alto, tiene un daño cerebral severo que le provoca ataques de epilepsia y cambios repentinos de conducta, informó desde Estados Unidos la benefactora, Claudia Tolay.
Rosalía tiene epilepsia a causa del ataque de dos rottweiler
Recuperación. Ella será sometida este mes a la cirugía número 26.
Pareja. Rosalía y Tolay en los primeros meses del tratamiento. Foto: Fuerza Rosalia.
La Razón / La Paz
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La niña Rosalía Apaza Pillco, que fue atacada por dos perros rottweiler en 2013, tiene un daño cerebral severo que le provoca ataques de epilepsia y cambios repentinos de conducta, informó desde Estados Unidos la benefactora, Claudia Tolay.
“El daño cerebral que tiene Rosalía le produce epilepsia y trastornos de personalidad, bipolaridad. Sus primeros síntomas de epilepsia los tuvo en Bolivia. Controlamos todo eso con medicación, que se le da dos veces al día, y gracias a eso ella tiene una vida normal“, declaró a La Razón Tolay.
La niña, que en diciembre cumplirá seis años, fue atacada el 20 de mayo de 2013 por dos perros rottweiler en el patio de la casa de su vecina, en la zona 16 de Febrero de El Alto. Informada de la tragedia, Tolay, junto a su esposo Joseph Courrier, llegó a Bolivia en junio de ese año para trasladar a Rosalía al Children’s Hospital de Boston (Estados Unidos).
Salud. La benefactora de la niña indicó que los expertos determinaron que los dos canes atacaron a Rosalía durante 25 minutos, aproximadamente, tiempo en el que le arrancaron gran parte del cuero cabelludo y masa muscular de varias partes de su cuerpo.
“Debido a las secuelas internas en el cerebro le damos medicamentos dos veces al día. Son fármacos que controlan la bipolaridad y la epilepsia. Se intentó ver otros medicamentos, según el vademécum (lista de medicamentos esenciales) de Bolivia, pero no los hay para controlar la bipolaridad, sí la epilepsia”, agregó.
La epilepsia es un trastorno cerebral provocado por el aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en alguna zona del cerebro, que puede desencadenar en una crisis de convulsiones. En cambio el trastorno bipolar es una enfermedad mental que incluye episodios serios de la manía y la depresión, muy repentinamente.
“Si la estructura de la masa encefálica ha sufrido una lesión, existe la posibilidad de que se presente una epilepsia. La bipolaridad es un trastorno que mayormente se presenta en adultos; entonces, si la niña tiene cambios de conducta repentinos es probable que no sea bipolaridad sino una lesión que afecta a otras áreas del cerebro”, explicó el psicólogo Carlos Valdez.
Tolay indicó que la niña necesita los medicamentos costosos para recuperarse plenamente. “Lo que pido es que los dueños de los perros ayuden a pagar las medicinas y que cumplan con su parte de responsabilidad”.
Intervención. En las próximas semanas, los médicos del hospital de Boston someterán a la pequeña a la cirugía 26. El objetivo es retirar unos balones (a los que se les ponía silicona) que colocaron en la cabeza de la niña para estirar la piel arrancada por los perros.
“Ella tenía al principio tres balones y ya se le sacó uno. Se logró el 60% de regeneración de la piel de Rosalía, pero el objetivo es quitar los otros dos balones y cubrir al menos el 80%. Esperamos que hasta finales de enero ya esté recuperada y concluya esta parte de su tratamiento”, manifestó.
Anunció que cuando la menor de edad esté plenamente recuperada, la traerán al país para que esté con su familia. “Pensamos que a finales de enero o febrero podríamos estar en Bolivia, pero como madre que soy y madrina de Pochita, necesito que se garantice la continuidad de su tratamiento para que su recuperación sea plena. Ella tiene una familia muy unida y que está llena de amor para los hijos”.
La niña sueña con tener el cabello largo
Claudia Tolay, la madrina de Rosalía Apaza, describió a su ahijada como una niña traviesa, alegre, de mucha fortaleza y con el sueño de tener el cabello muy largo para sus trenzas. “Es una niña con mucho carácter y con mucha vida, tiene una fortaleza tremenda, es por ello que contra todo pronóstico médico sale adelante. Lo que ella más quiere es tener el cabello largo, muy largo para peinarse y hacerse sus trenzas”, relató Tolay.
Hace más de un año la pequeña fue trasladada a Estados Unidos para recibir el tratamiento médico especializado. Su padre, Agustín Apaza, estuvo con ella hasta mayo, pero volvió al país para trabajar y mantener a sus otros seis hijos y a su esposa. Para Tolay y su esposo Joseph Courrier, una pareja con cuatro hijos, la niña es como un miembro más de la familia, pues crece en su casa. Por su entorno, la pequeña incluso pronuncia algunas palabras en el idioma inglés.
“Rosalía se encuentra en la última fase para tratar de recuperar al máximo del cabello perdido. Cada día nos sorprende más con sus travesuras; ella es muy alegre y muy bailarina”, relató. Así lo demuestran las muchas fotos y videos de la niña, que se publican en la pagina del Facebook “Fuerza Rosalía”.