La dirigencia de este sector denunció una vez más a la Aduana Nacional de comercializar para beneficios personales la ropa que es decomisada a los vendedores. Nuevo Sur, Tarija, BoliviaLos vendedores de ropa a medio uso no descartan perjudicar la reunión de Ministros del Grupo 77 en la ciudad de Tarija, como medida de presión contra el Gobierno que no les presta ninguna atención, pese a su insistente pedido.“No quisiera sonar a radical, nos están obligando a tomar medidas que quizás no deberían hacerse, estamos en puertas del G-77, nos reservamos el derecho de iniciar las acciones cuando más nos convenga”, advirtió el dirigente del sector, Willam Linares Caballero.Consultado si estas medidas podrían ser este jueves o viernes, respondió afirmativamente, “si nuestra gente decide que tengamos que ir a perjudicar esta Cumbre del G-77, como dirigentes vamos a tener que estar al frente de ellos”.“Podría ser, podría ser…” contestó ante insistencia de Nuevo Sur de si se movilizarían este fin de semana, cuando está previsto el encuentro de Ministros de Recursos Naturales de los países del G-77 confirmada por el ministro de Hidrocarburos y Energía, Juan José Sosa Soruco.Los vendedores de ropa a medio uso desde los primeros meses de este año, pidieron reuniones al Gobierno para solucionar sus problemas, pero no les dio respuesta. Esta situación fue analizada en un ampliado nacional efectuado también en esta ciudad, el cual resolvió volver a las movilizaciones.Este sector no quiere más decomisos de su mercadería por la Aduana, tampoco la “discriminación y el atropello”, según denuncian sus dirigentes, que ponen en riesgo el poco capital con el que trabajan. Tampoco tienen certeza del destino de la ropa usada que les arrebatan.Recordó la noticia, hace poco, del traslado de ropa usada desde Oruro. “No sabemos el destino de nuestra mercadería”. Si la noticia sale, “algo debe haber”, dijo que salen los camiones con ropa picada por encima y abajo “los fardos”.Preguntado si hay corrupción en la Aduana, Linares Caballero contestó afirmativamente, “si sacan fardos cubiertos con ropa picada, es corrupción, no hay otra palabra para decirlo, qué más podríamos decir”.Ante la negativa del Gobierno a dialogar para resolver este problema, los vendedores denunciaron que el problema se arrastra hace 7 años, si bien hubo un acuerdo firmado el 18 de mayo de 2011 por la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales Olivares, no fue cumplido en más de 2 años.Los vendedores se declararon en emergencia constante, instruyeron a sus afiliados a estar atentos a la convocatoria a movilización, la fecha que más crea conveniente la dirigencia, en términos estratégicos.Desde la Aduana a respuesta fue que la ropa que es decomisada, viene de contrabando, ingresando de forma ilegal al país, negaron la comercialización de la misma, haciendo conocer que es quemada en actos públicos.