Demonios azules


Rolando Tellería*ROLANDOKCiertamente, la política es el reino de la astucia; allí siempre gobiernan los instintos más perversos, la maniobra baja, los trucos y las artimañas. En el ejercicio del poder y en la arena política, salvo  muy escasas excepciones, los humanos se convierten en verdaderos demonios, peor si existe concentración de poder. Es en la política, nunca mejor en otro lugar, donde  el estado de naturaleza se manifiesta en su verdadera dimensión, cuando salen a la luz  las profundidades y los laberintos de la conciencia y el alma humana, con olores fétidos y repugnantes. Los demonios que llevamos dentro salen a flor de piel y se multiplican, en esos siempre escenarios de tensión, disputa y conflicto, peor aún en periodos de competencia electoral.Los demonios azules, los del oficialismo, que no descansaron todo el año en todo tipo de cálculos y maldades -pregúntenle a Cusi-, en vísperas de la Navidad y preparativos para recibir el nuevo año, a través de  la  circular 071/2014 del Tribunal Supremo Electoral (TSE), inhabilitaron a varios candidatas y candidatos, opositores y disidentes  con enorme potencial ganador en las próximas elecciones subnacionales.Esta medida, a todas luces inconstitucional, impide a los diputados y senadores de la actual legislatura a postularse a los cargos de «subgobernadoras o subgobernadores, corregidoras y corregidores, ejecutivas o ejecutivos seccionales, alcaldesa o alcalde, asambleístas regionales y concejala o concejal municipal”. Todo indica que los vocales del TSE recibieron el texto de la citada circular, remitido desde la sede oficial de los «demonios azules”; obedientes, la suscribieron y procedieron con su divulgación oficial, con un libreto previamente concebido.La supuesta minuta de comunicación de la Asamblea Legislativa Plurinacional para que los vocales del TSE se presenten con el fin de explicar los argumentos que sustentan la endemoniada  circular y las declaraciones de distintas autoridades y representantes del oficialismo cuestionando la medida, forman parte de todo ese plan urdido en las más altas esferas del Gobierno, así como todas las anteriores resoluciones emitidas por el TSE: la reducción de propaganda electoral en la última elección presidencial de 60 a 30 días; la  reducción de escaños uninominales en ciudades capitales; la apropiación de los dos curules obtenidos por el Movimiento Sin Miedo y el Partido Verde de Bolivia; y la última disposición de elegir a los gobernadores departamentales, no sólo con la mayoría absoluta, sino también con el 40% de votos emitidos en los casos en que exista una diferencia de al menos 10% en relación con  la segunda candidatura más votada.Con esta secuencia, es imposible no pensar que los miembros del TSE, se constituyen en los mejores operadores políticos del oficialismo, en la línea de la reproducción del poder, cuyos demonios ostentan ridículamente una arrogancia sin límites.Desde el oficialismo, en el nuevo Estado Plurinacional, en contrarruta con el espíritu de su retórica y narrativa, cultivan y estimulan las prácticas políticas que privilegian la astucia sobre la inteligencia, el manejo de trucos, artimañas y componendas sucias. No escatiman esfuerzos para culminar sus actos con extrema perversidad y vulgaridad. La ética y la moral, lejos de su horizonte político,  son conceptos  absolutamente abstractos.Los demonios azules cotidianamente adjudican mayor peso en su accionar  a la intriga, la doblez, el cálculo, la maniobra, la maldad y la artimaña rastrera. Ejercen el poder autoritariamente con peculiar estilo folklórico.Sustancialmente, son distintos y mejor entrenados, en grado sumo, que los anteriores abominables demonios neoliberales, expuestos a mayores desvíos y pecados  por la excesiva concentración de poder.*Profesor de la carrera de Ciencia Política de la UMSSPágina Siete – La Paz