Hablando de liderazgo


Ismael Schabib Montero*SCHABIB1He escuchado varias definiciones sobre liderazgo, una de ellas dice: “líder es el que encarna las aspiraciones del grupo”, hace poco un conferencista señalaba que “líder es el que sabe más”. Me agrada la primera.Aquí, en Santa Cruz de la Sierra, algunas personas se quejan por la actual falta de liderazgo regional. A nombre del indigenismo y los pobres, los conservadores etnocentristas han logrado acentuar el centralismo en los últimos nueve años, luego que parecía que por fin habíamos entendido los bolivianos que las Autonomías Regionales eran necesarias para combatir el atraso, construir un país más justo, compartiendo el poder en los niveles medio e inferior, una forma de hacer que este llegue hasta el último rincón como un antídoto al egoísmo y/o el olvido y no como una argucia para debilitar nuestra nacionalidad.Santa Cruz está pagando una factura muy cara con la última arremetida del centralismo racista, y una de sus consecuencias es tener como exiliados y presos políticos a personas que habían dado muestras de liderazgo. También es justo hacer notar que hay líderes de edad avanzada con la salud quebrantada que merecen nuestro respeto y otros que ya tuvieron generosas oportunidades que deberían dar un paso al costado.En este escenario, depende de la población promocionar nuevos líderes, líderes que tomen la antorcha en la difícil carrera del progreso, conservando lo bueno de los anteriores y aprendiendo de sus errores. No se puede ir contra “natura”, solo los grupos de poder interesados en que las cosas se mantengan como están se empecinan en lo inexorable. El cambio de liderazgo es importante, necesario e inevitable. Los cruceños mirando hacia adentro, hicieron que su región avance; son tiempos para que surjan  líderes  que se proyecten desde lo regional a lo nacional, al fin y al cabo la economía y la política son dos ruedas del mismo carro.La mejor seña para que se de esta proyección es que Santa Cruz es el crisol de la nacionalidad, en esta tierra maravillosa cohabitan todas “las caras” del país sin que se les restrinja su identidad, ni su cultura, como prueba clarísima de tolerancia, pues “es ley del cruceño la hospitalidad”.Bolivia necesita para cambiar positivamente del aporte de todos los bolivianos, de la gente de esta tierra que derrotó  los embates de la amenaza del centralismo racista y enfermizo  que la quiso destruir, no pudo y tuvo que pactar; para ello es imprescindible la generación de un liderazgo con “sangre nueva”, porque queda mucho por hacer a nivel regional y nacional, en la patria chica y la patria grande.Bolivia es algo que nunca pararemos de construir de cara al futuro a pesar de los racistas que quieren restituir el pasado coronando falsos incas.*Vicealmirante de la República de Bolivia