Alegre despilfarro


Manfredo Kempff SuárezmanfredoPasado el despilfarro carnavalero va a reiniciarse el derroche gubernamental, con el anuncio de nuevas autopistas, construcciones faraónicas como la Casa del Pueblo, nuevo satélite (Bartolina Sisa), teleféricos, proyectos nucleares, edificaciones deportivas, y una serie de emprendimientos dignos de un país rico, de una nueva Bolivia que todo lo puede y cuyo Gobierno tiene que dejar un recuerdo imperecedero. ¿Y la platita? ¿De dónde? Muy sencillo: burlándose de los departamentos con mayores recursos.No vamos a hablar esta vez de Santa Cruz porque ya hemos protestado demasiado por el IDH, el Pacto Fiscal, las trabas a nuestras exportaciones, las ocupaciones de tierras productivas y un sinfín de cosas más. Ni doña Nemesia Achacollo Tola, ni don Carlos Romero Bonifaz, tal vez los “cruceños” más representativos que tiene Santa Cruz en el Gobierno (además de Gabriela Montaño), van a mover un dedo y menos poner de mal humor a S.E. por defender a la región. Para estupor nuestro esos son los cambas que influyen ahora.Los que hoy están pagando aviones supersónicos de lujo, el satélite extraviado, el nuevo Palacio y demás lindezas, son los tarijeños. Si en Tarija está el 80% de los hidrocarburos y el gas representa aproximadamente el 50 % de nuestras exportaciones, significa que está siendo saqueada sin la menor consideración. Sabemos que el gas pertenece a toda Bolivia y que nuestros soldados lo defendieron en una guerra, pero el departamento que más produce es Tarija y por lo tanto no puede quedar cada vez con menos reservas y sin que sus necesidades más elementales sean aliviadas.Si a Tarija se le pasa su cuarto de hora y no posee la agroindustria que tiene Santa Cruz, quedará pobre hasta que encuentre un modelo productivo propio que no se construye de la noche a la mañana. No sabemos cuánto han recibido los tarijeños por concepto de gas, pero nos tememos que no ha sido mucho. Además, con la caída de los precios del petróleo y con la natural disminución de las reservas, su fuente de ingresos estará reducida a menos de la mitad.Si quienes velan por el progreso de Tarija y aman tanto a su tierra como dicen amar a Santa Cruz los representantes cruceños masistas, no le auguramos un final muy feliz. Por lo menos en Santa Cruz la Gobernación y la Alcaldía más importante están en manos de cruceños nativos y habrá que luchar a brazo partido para conservar el poder político y municipal. Eso parece algo seguro y por tanto es un alivio.El Deber – Santa Cruz