Que el oficialismo se encuentra en problemas de cara a las elecciones regionales del 29 de marzo ya es un secreto a voces. Los sondeos, incluso aquellos elaborados por consultoras relativamente afines al partido de gobierno, muestran una baja intención de voto para los postulantes masistas en varias plazas fuertes, como es el caso del departamento de Santa Cruz y de su ciudad capital.La gira improvisada por Evo Morales para tratar de impulsar a sus alfiles no hace otra cosa que afianzar esa percepción: el MAS no tiene líderes locales de peso, sino un único candidato nacional.Podríamos decir que el masismo es víctima de su propio centralismo, de su hiper-caudillismo, que asfixia el surgimiento de liderazgos regionales. A veces, incluso a través de intrigas palaciegas como la que desterró a Carlos Romero del Ejecutivo plurinacional…Bye, Bye GrouxEn otro tema, de forma sorpresiva el mandatario cocalero procedió a la remoción de su cargo del ministro de culturas, Pablo Groux, a raíz de “desaciertos” que el funcionario habría cometido en relación al carnaval de Oruro.Habría sido preferible que Groux hubiera sido removido por razones de mayor peso, como el caso de corrupción que ligaba a su cartera con las irregularidades en YPFB, o como los negociados del directorio de la Fundación Cultural del Banco Central…[email protected]