El feminista de los chistes machistas y otras lindezas


La aseveración de Evo Morales, que se reproduce en el título de esta nota, no es un oxímoron, sino una sentencia equivocada: los chistes de Evo no son básicamente machistas, son malos y groseros, y, en algunos casos, como cuando preguntó a las funcionarias de YPFB si eran perforadoras  o perforadas, son además obscenos.

Nadie puede negar que en los últimos tiempos hay más participación de mujeres en el aparato gubernamental y en posiciones importantes ni que hay un par de leyes que pretenden proteger a las mujeres del abuso casi atávico que ejercen muchos hombres sobre ellas, que se reproduce en la sociedad. Sin embargo, lo que está claro es que considerando el dinero que hoy se tiene, hay muchas más cosas que se podrían hacer de mejor manera. 



Es posible que un ministerio de la mujer podría ser más efectivo y el discurso de que el tema de género debe ser transversal y debe estar en todos los ministerios suena hasta moderno, pero es irreal, y eso se ha demostrado en los últimos años.  

Hay algo más cuando se nombran ministras no capacitadas para ciertas posiciones: no se hace ningún favor a nadie, ni al país ni al posicionamiento de las mujeres en el ámbito del poder.

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Ahora bien, hay un detalle más importante en la imagen del Presidente por su investidura, por su gran aceptación, por la gran popularidad que tiene: él está en la obligación de ser un ejemplo. La anécdota de las perforadas da luz verde a comportamientos groseros en el trabajo de parte de los hombres hacia las mujeres. Qué bien nos haría en un jiliri irpiri que verdaderamente siente las bases del respeto hacia el otro, y obviamente, ante todo hacia la otra.

El problema con Evo no son sólo sus chistes, sino lo contradictorio de casi todos los aspectos de su régimen y de la imagen que proyecta. No sólo hace chistes machistas siendo feminista, sino que es un socialista con costumbres capitalistas. Es un ecologista que destruye parques nacionales, es un anticolonialista que promueve el deporte más colonialista del orbe,  es un promotor de una nueva constitución y la irrespeta a primeras de cambio.

Su era, la era de Evo, el tiempo, es el período en que más se ha norteamericanizado el modo de vida boliviano. Evo es el supuesto presidente de los pobres, pero encarece la compra de vehículos para éstos, dando ganancias pingües a un puñado de importadores de coches nuevos, prohibiendo la importación de coches usados más accesibles. Pasa lo mismo con la ropa usada, que es una alternativa para los menos favorecidos.

Por reciprocidad, el Gobierno pidió a los norteamericanos visa para visitar Bolivia, pero no hace lo mismo con los europeos, que también piden visa a los bolivianos. La única coherencia  es la menos presentable, el indudable deseo y plan de permanecer en el poder por los próximos 500 años.

Pero esta semana el asunto de los chistes machistas ha quedado relegado por el anuncio de obstaculizar la labor de las autoridades que resultaran electas, que no  son del partido de gobierno, lo que  implica, además, un castigo a los electores rebeldes. Esta vez no ha hecho un mal chiste, lo malo es que ha estado peor, ¿registrará la población cuán grosero ha sido este mensaje? Tal vez el 21 de marzo tengamos unos resultados que no le harán ninguna gracia a su Excelencia.

Agustín Echalar Ascarrunz es operador de turismo.
Fuente: paginasiete.bo