El reportero de EL DIARIO Carlos Quisbert fue detenido y enviado a la cárcel de San Pedro de La Paz por investigar el polémico caso de la muerte del bebé Alexander. La determinación de la jueza Lorena Camacho causó indignación y el Defensor del Pueblo de El Alto califica la resolución como excesiva.
Detienen a periodista por realizar su trabajo
Justicia vulnera libertad de prensa
El Diario, La Paz
Al periodista de EL DIARIO, Carlos Quisbert, se le privó de su libertad por el presunto delito de obstrucción a la justicia sólo por investigar la muerte del bebé Alexander.
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El periodista de EL DIARIO, Carlos Quisbert Fernández, quien investiga el polémico caso de la muerte del bebé Alexander, fue detenido preventivamente en el penal de San Pedro en medio de una serie de arbitrariedades en el que incurrieron el fiscal Marco Antonio Vargas y la jueza Lorena Camacho, vulnerándose de esta manera los derechos constitucionales del reportero de este medio de comunicación.
Quisbert se constituyó el pasado domingo en el penal de Qalauma de Viacha con la finalidad de hacer seguimiento del citado caso, lugar en el que se encuentra una de las detenidas, Madelen Pahe, pero mientras cumplía con su trabajo fue aprehendido. Entre las irregularidades cometidas se puede notar que no hubo la debida notificación, estuvo detenido e incomunicado por más de 24 horas, no tuvo asesoramiento, le impusieron una defensa y el proceso de imputación duró menos de 24 horas.
Estas acciones fueron calificadas por los ejecutivos de EL DIARIO como “ilegales y arbitrarias”. Asimismo, la determinación de detener preventivamente al periodista por la jueza Lorena Camacho causó indignación y el Defensor del Pueblo de El Alto calificó la resolución como excesiva.
Posteriormente, al equipo de abogados de este medio de comunicación se le negó acceder al expediente del caso por orden de la Fiscalía, lo cual se constituye en un delito que podría ser interpretado como una chicanería.
Periodista detenido ilegalmente
El Diario, La Paz
Carlos Quisbert, periodista de EL DIARIO, fue detenido preventivamente en el penal de San Pedro en un proceso de imputación que duró menos de 24 horas, el cual fue calificado de “ilegal y arbitrario” por los ejecutivos de este matutino. El ahora detenido se encontraba realizando seguimiento al caso de la muerte del bebé Alexander.
El delito por el que fue detenido preventivamente, de acuerdo con la imputación, signado con el número 133/2015 es “Obstrucción a la Justicia” sancionado por el artículo 32 de la Ley 004, y bajo el argumento de que Quisbert habría intentado entregar dos manuscritos a una de las imputadas en el caso del bebé Alexander que se encuentra recluida en el Centro de Rehabilitación de Qalauma, Madelen Paola P.Ch.
Según la imputación: “Al momento que el imputado entregó las notas a Madelene Paola P.Ch. le manifestó que fue a ayudarla y que le conviene decir lo que las dos notas expresan, prometiéndola ayudarla dentro del proceso bebé Alexander, pretendiendo que por las notas manuscritas Madelen Paola P.Ch., sea inducida para falsear los hechos que ella conoció en el Ejercicio de sus funciones como cuidadora en el hogar Virgen de Fátima y que se encontraba como directora responsable del bebé Alexander, el día de los hechos; a objeto de que la misma preste falso testimonio y obstaculice de esta manera la investigación del caso Alexander”.
Además utilizan como otro argumento el hecho de que al no contar con domicilio y fuente de trabajo, el periodista puede obstaculizar la investigación que lleva adelante el Ministerio Público en referencia del mencionado caso.
Quisbert se constituyó el pasado domingo en el penal de Qalauma de Viacha para entrevistar a una de las detenidas del caso Alexander (Madelen Pahe) y mientras cumplía con su trabajo fue aprehendido.
El fiscal Marco Antonio Vargas justificó que el periodista fue detenido porque supuestamente obstaculizó el proceso investigativo al presentarse en la cárcel de Viacha y entrevistar a una de las imputadas.
“En la audiencia cautelar no pudo desvirtuar los riesgos procesales en el sentido de que no pudo demostrar tener familia, trabajo o domicilio legal asentado en el país”, declaró el fiscal.
Vargas afirmó que Quisbert, días antes, se comunicó con la madre de la detenida “y de esa forma (habría) inducido a obstaculizar la investigación”.
Asimismo –según el fiscal– el periodista, una vez que logró entrar al penal de Qalauma, entregó a la imputada “dos notas con el fin de influir de alguna forma en el caso”.
“La imputada dio lectura de las notas que presentó el individuo y se desvaneció, luego dijo textualmente: saquen a este individuo, no lo conozco”, remarcó Vargas.
Agregó que, además, lo curioso del caso es que Quisbert habría ingresado al recinto penitenciario haciéndose pasar como un amigo de la imputada y en ningún momento habría presentado su identificación de trabajador de prensa ante los miembros de seguridad.
“Tampoco presentó ante el juez cautelar ninguna credencial de periodista del periódico El Diario”, señaló.
Cerca de las 18.50 horas una patrulla de la Policía de Viacha hizo su arribo a las inmediaciones del penal de San Pedro, donde sus compañeros de trabajo se apostaron para expresarle su voz de apoyo por el ingrato incidente del que es protagonista.
Sus compañeros criticaron la forma cómo fue ingresado al penal, enmanillado “como si fuera el peor delincuente”, dijeron a tiempo de lanzar estribillos de apoyo.
INOCENTE
De acuerdo con el testimonio que brindó Quisbert a la red ATB, en ningún momento faltó a la verdad y que menos tenía la intención de inducir en las investigaciones del caso bebé Alexander.
“Buscamos información y lo documentamos, eso les incomoda y por eso () pregunta a la fiscal Boyan dónde está el pañal del bebé Alexander cuando falleció”, dijo.
Asimismo, denunció que en ningún momento le permitieron llamar a un abogado de confianza para que pueda asumir su defensa.
“Es un proceso injusto calificar así al trabajo periodístico y que, además, por lo (que) enfrenté el accionar del Ministerio Público, dicen por obstaculizar a la justicia”, señaló.
Asimismo, sostuvo que le hicieron firmar a la fuerza ya que en todo momento se negó a aceptar la ilegalidad en que se estaba incurriendo.
PROTESTA
Antonio Carrasco, director de EL DIARIO, calificó el hecho como un exabrupto y manifestó que a las autoridades parece que les molesta que un periodista indague un caso.
“Si le van a estar poniendo trabas, le van a estar inventando limitantes a la labor periodística, estamos en graves problemas en este país”, aseveró Carrasco, al calificar como arbitrario la detención de su trabajador.
Carmiña Moscoso, secretaria general del Sindicato de Trabajadores del EL DIARIO, denunció que el periodista estuvo incomunicado 24 horas: “Le quitaron su celular, no le dejaron comunicarse con su familia ni trabajo, esta mañana nos enteramos que fue remitido de manera veloz al Ministerio Público, por eso la Fiscalía nos tiene que decir la verdad, el trabajar como periodista e investigar no es ser delincuente”, aseveró.
El 13 de noviembre pasado, Alexander, un bebé de ocho meses de edad, resultó muerto en confusas circunstancias. Los fiscales asignados al caso, en un proceso polémico, acusaron a ocho personas en este caso de violación y asesinato, pero sin aportar suficientes pruebas, según los abogados de los afectados.
CASO BEBÉ ALEXANDER
El bebé Alexander estaba interno en el Hogar Virgen de Fátima de La Paz, donde mostró un cuadro de vómitos, por lo que fue trasladado al Hospital del Niño, de donde fue nuevamente derivado al Hospital Holandés, de El Alto. Las versiones sobre el lugar y causa del fallecimiento del bebé aún no han sido esclarecido.
M.P. era la madre sustituta del menor y ha alegado inocencia y debido a que tiene menos de 21 años está en el Centro de Rehabilitación de Qalauma.
También, guardan detención preventiva otras dos personas (enfermeras) en la cárcel de mujeres y un médico en la de San Pedro. Cuatro más tienen arresto domiciliario.
RESEÑA
Querido y respetado por todos aquellos que lo conocen, Carlos Ángel Quisbert Fernández nació en la ciudad de La Paz el 22 de abril de 1978; segundo hijo de la familia, hincha apasionado de The Strongest, cada fin de semana, acompañado de sus amigos; cuando su “pluma periodística” descansa, comparte su amor por el fútbol pateando una pelota.
Amante de la lectura, admirador de García Márquez y Mario Benedetti, tímido escritor de poesía y cuentos. Estudiante febril en la Carrera de Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), siempre llevó la batuta ante sus compañeros para cumplir con éxito todas sus metas altruistas. Su osadía por la investigación y su afición a la fotografía le dan la inspiración para enfrentar el reto periodístico con total compromiso.
A prisión por investigar
Por Franz R. Chávez/Julieta Nina
CON LA MIRADA EXTRAVIADA Y MEZCLADA CON INCREDULIDAD, QUISBERT ES FORZADO A INGRESAR EN PRISIÓN.
Aferrado a una botella de jugo artificial de intenso amarillo, con la muñeca izquierda firmemente sujeta a una esposa, cuyo metal sentía frío y amenazante por la presencia del policía que estaba aprisionado al otro extremo del artefacto; con la mirada extraviada y gesto de derrota, Carlos Quisbert llegó a bordo de una camioneta a las puertas del penal de San Pedro.
El periodista, quien intenta esclarecer la muerte de un niño en un centro de “protección infantil”, sintió perder una batalla anoche, cuando a empujones fue introducido en la cárcel pública mientras sus compañeros exigían a gritos “libertad”.
Una compañera de trabajo no resistió el momento teñido de gris atardecer y dejó escapar un sollozo. Con palabras entrecortadas recordó que había sugerido a Quisbert un camino diferente para indagar sobre el caso sin solución, desde hace 116 días, y al verlo esposado, custodiado por corpulentos policías, sintió desfallecer y quiso esconder el rostro conmovido entre sus manos.
“Le gustaba ver noticias internacionales en CNN y otros canales; sentí orgullo cuando vi publicados sus primeros reportajes”, comentó Tito Quisbert, el mecánico y taxista que heredó el apellido a “Carlitos”, el segundo de cinco hermanos.
“Pero esta noche, al verlo en prisión,… quise llorar…”, confesó, mientras comprimía sus mejillas y exhalaba con la mirada baja y tratando de aliviar la tristeza.
TAMPICO Y PENA
Al bajar de la todoterreno y tras un viaje desde el penal de Qalauma, en la altiplánica Viacha, a 35 kilómetros de La Paz, recorrió con la mirada a sus compañeros de la redacción de EL DIARIO. “Parecía vivir una pesadilla, la mirada estaba perdida, quiso hablar a sus amigos, pero de sus manos resbaló la botella de Tampico y cayó al piso”, relató la reportera Julieta Nina.
Mientras los periodistas trataban de hallar el mejor ángulo para las imágenes, Carmiña Moscoso, compañera de trabajo, arengó y los gritos se unieron para exigir “¡libertad, libertad¡”
“¡Investigar no es delito¡”, se escuchó como respuesta a la decisión de una jueza enérgica que ordenó la detención preventiva de Quisbert, en un proceso que demoró menos de 24 horas, una celeridad que es poco habitual, según el análisis del abogado de la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), Eduardo Olivares.
La justicia de la ciudad de Viacha resolvió la detención preventiva porque advirtió un riesgo de fuga ya que el procesado no acreditó una fuente de empleo. Quisbert es conocido en todos los círculos judiciales y de seguridad interna por sus coberturas periodísticas y notas publicadas en el rotativo de circulación nacional, pero sus argumentos no sirvieron.
AGILIDAD JUDICIAL
“Me sorprende que personas con delitos comprobados no llegan a la cárcel; pero en el caso de mi hijo ha sido muy rápido”, lamentó Tito Quisbert.
El periodista fue a Viacha en domingo, día de visitas a los internos del penal, e intentó hablar con una persona a la que la justicia señala alto grado de responsabilidad en el caso del menor fallecido, pero su presencia fue advertida por los custodios que lo reportaron a un fiscal y declararon su incomunicación. Un día después, llegó a una celda del penal paceño.
Una frazada, también amarilla, que el periodista Mario Chacón guardaba para uno de sus hijos, cambió de destino. Sin pensarlo, cogió la prenda y la entregó en la puerta del penal para Carlos, porque anoche fue la primera en prisión del cronista de temas policiales y de seguridad.
Alrededor de un televisor, los compañeros de tinta y papel consiguieron escuchar una declaración en la que Quisbert defiende su acción, aquella que –según relató– busca la verdad en la polémica muerte del niño Alexander.
“En todo hay riesgo; nadie está a salvo”, se consoló Tito Quisbert, pero su lógica se quiebra cuando recuerda el momento en que vio a “Carlitos”. “Está afectado…”, dijo al hablar del periodista-investigador preso.
Los periodistas de EL DIARIO están en emergencia. En la redacción de este periódico centenario, las emergencias han sido permanentes en los últimos años. A veces por las amenazas de embargo, por temas impositivos, los trabajadores del medio impreso despejaron la tristeza por el escritorio vacío de Quisbert y escribieron otra historia de protesta.
El equipo legal de la ANP anunció una acción de libertad porque se vulneraron derechos al abrir una nueva causa contra un ciudadano que visita un penal. “No está prohibido visitar una cárcel”, dijo el abogado Olivares, quien recordó la vigencia de libertades ciudadanas inscritas en la Constitución Política del Estado (CPE).