Ya sabíamos que al presidente Evo Morales no le gustan las libertades en general: políticas, económicas y, por lo que conocemos ahora, tampoco sindicales.El mandatario cocalero celebró que en Bolivia “no exista independencia sindical”, principio que por muchos años fue defendido por la Central Obrera Boliviana (COB).“No compartimos. Más bien esta forma de cómo juntar el sindicato con la política… siento que ha dado resultado, ahora estamos todos”, afirmó.Y es que Evo no entiende al sindicalismo como una actividad libre, sino como simple correa de transmisión de su partido, como encuadre de tropas de choque útiles en momentos de enfrentamiento o de represión a la disidencia.La burocratización del sindicalismo ha sido uno de los ejes de la política evista, que para ese fin incluso ha echado mano al uso irregular de millonarios recursos públicos, como se ha comprobado en el Fondo Indígena…[email protected]