Los fans del Hong Kong Seven tuvieron la oportunidad de asistir y ver en exclusiva cómo sería una nueva disciplina que combina el rugby con el kung-fu
Todo ello gracias a la colaboración de Carlsberg, la marca de cervezas patrocinadora de dicha iniciativa, y un grupo de élite de artes marciales.
Aunque la intención era combinar un espectáculo de movimientos basado en las artes marciales, con saltos y volteretas hacia atrás, el resultado se acerca más a un número de ballet.
Fuente: www.marca.com
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