“El Gladiador”, Roberto Carlos da Silva, era explosivo por la banda izquierda y lanzaba unos auténticos misiles con su pierna zurda, así fue como se ganó apodos como “el cañonero”. Ya retirado, después de una larga y exitosa carrera, es considerado como uno de los mejores laterales izquierdos de la historia del balompié.
Celebremos sus 42 primaveras con momentos inolvidables, como al impactar de tres dedos un tiro libre que se abrió 7.37 metros (cinco centímetros más de lo que mide un travesaño), antes de hacer un efecto para el otro lado e internarse en las redes francesas en el Mundialito previo a la Copa del Mundo de 1998.
Fuente: www.noticias24.com
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