Denuncian a Roberto Ruiz, exautoridad de la Gobernación de Tarija, de adjudicaciones a su propia empresa


“No fuimos el infierno que pintan pero tampoco el paraíso que quisiéramos”, afirma Roberto Ruíz, mano derecha del exgorbernador del MAS, Lino Condori. Ruíz fue denunciado por la nueva administración de haber adjudicado servicios por más de un millón de bolivianos a la empresa Vital Software de su propiedad.

Denuncian a ex secretario de la Gobernación de Tarija por supuesto tráfico de influencias

    Tarija, Bolivia, ABI.- El coordinador del proceso de transición en la administración de la Gobernación de Tarija, José Luis Gandarillas, denunció el lunes que el ex secretario departamental, Roberto Ruiz, incurrió en un supuesto tráfico de influencias al adjudicar servicios por más de un millón de bolivianos a la empresa Vital Software.

    «La empresa Vital Software, de propiedad de Roberto Ruiz, entre el 2010 y 2014 suscribió 20 contratos con SETAR (Servicios Eléctricos de Tarija) por un monto de más de un millón de bolivianos», dijo en una conferencia de prensa.



    Gandarillas precisó que Vital Software se adjudicó en 2010 contratos por 217.600 bolivianos con Roberto Ruiz como propietario.

    Ruiz, tras ser posesionado como secretario ejecutivo de la Gobernación, transfiere la empresa a Martha Albornoz, que entre 2011 y 2014 firma contratos con SETAR por más de 800.000 bolivianos, agregó el denunciante.

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    «No se cumplieron las especificaciones ni tampoco las obligaciones asumidas por la empresa en favor de SETAR, causando un daño, porque se tuvo que contratar otras empresas para subsanar las deficiencias», indicó, a su turno, el director de Transparencia de la Gobernación, Waldo Tarifa.

    Mencionó que entre los delitos que se identificaron están el incumplimiento de deberes, contratos lesivos al Estado, uso indebido de influencias.

    «Nosotros en las próximas horas vamos a presentar la denuncia ante el Ministerio Publico para que se active el mecanismo de investigación», concluyó

“No fuimos el infierno que pintan pero tampoco el paraíso que quisiéramos”

EL PAÍS, Tarija

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Resaltando que la gestión de Lino Condori tuvo luces y sombras, el ex secretario ejecutivo, Roberto Ruiz Bass Werner considera que el mejor acierto ha sido la descentralización de los recursos económicos mediante los ejecutivos seccionales.

Pese a las críticas que recibe, especialmente de opositores al Movimiento al Socialismo (MAS), Ruiz asegura que los últimos cuatro años de gestión no fueron el paraíso que deseaban, pero recalcó que tampoco es el infierno que algunos se esfuerzan por mostrar.

EP: ¿En qué etapa de su vida política cree que está ahora? Usted fue militante del PS1, asesor de la Prefectura, presidente del Comité Cívico, Senador de la República y en estos años el segundo hombre más importante de la Gobernación.

Roberto Ruiz (RR): Por mi trayectoria, el presidente Evo Morales, cuando se constituyó el gobierno del MAS en Tarija, luego de la fuga de Mario Cossío, me invitó a que apoye a Lino Condori, un gobernador campesino.

¿Cuál es entonces mi situación hoy? Después de haber concluido esta gestión, con luces y sombras, tengo muchas ganas de seguir contribuyendo desde aspectos teóricos y conceptuales a la proyección de la autonomía departamental. Yo siempre he sido partícipe de la reforma más profunda del Estatuto, para tener autonomía de régimen parlamentario, parecida a lo que es el Gobierno Federal Alemán, a la autonomía española.

EP: ¿Qué le dejó esta experiencia?

RR: Fue una experiencia muy interesante. Aprendí fundamentalmente las limitaciones de la gestión pública en un contexto de un capital humano pobre, digámoslo así, frente a la complejidad de una institución que de manejar 3 ó 4 millones de dólares al año empezó a  manejar 500 ó 600 millones. Aprendí las limitaciones, los problemas de la normativa en transición. Una normativa que no acaba de asentarse, todavía no están claros los roles ni la aplicación del catálogo competencial de todos los niveles del Estado.

Hemos sido parte de todo un proceso de transición muy complejo, que continúa. Si bien ya se aprobó el Estatuto Autonómico, eso tampoco quiere decir que este instrumento sea grabado en piedra, y así como en España va a tener décadas de perfeccionamientos, de modificaciones y de adecuaciones, y lo propio va ocurrir con la Constitución Política del Estado.

Aprendí también que desde el Estado se puede impulsar de manera muy eficiente el desarrollo, y me he afirmado en mi convicción de que el Estado no puede ser simplemente un gendarme o regulador de la actividad económica y social de nuestros pueblos, sino que debe ser un actor central.

EP: ¿Qué ha significado la gestión de Lino Condori para usted?

RR: Cuando llegamos a la Gobernación, Yunchará tenía el índice de desarrollo más bajo de Bolivia y Cercado tenía el más alto, de manera que era evidente la tremenda desigualdad que había en el departamento. Las provincias de la zona alta, incluso las del Chaco, tenían necesidades básicas insatisfechas, de manera que una de las principales tareas que se propuso Lino Condori fue la descentralización y desconcentración de los recursos.

El primer año que recibimos el presupuesto, que se formó en la gestión de Cossío, casi el 40 o 47% de la inversión era manejada por la administración central. El último año de Lino Condori menos del 5% del presupuesto, la inversión pública departamental, fue gestionada por la administración central y el 80% por las unidades seccionales que tenían autoridades electas, que son los ejecutivos seccionales, y que rendían cuentas a sus pueblos, a sus electores, de los resultados de su gestión. Y el restante 15% fue manejado por las desconcentradas.

De manera que se operó una profunda descentralización, cuyo principal objetivo era reducir las inequidades y pagar la deuda social con aquellos sectores más vulnerables, como los campesinos. Creo que cuando se mire hacia atrás se va reconocer esta primera característica de la gestión de Lino y como resultado de ello es que nueve de los 11 ejecutivos seccionales han sido reelectos y están en la filas del MAS. Por eso, aquellos que dicen que el MAS ha sido expulsado de Tarija se equivocan, porque estamos controlando nueve de 11 seccionales municipales que es donde se elaboran los presupuestos departamentales y eso se eleva a la Asamblea Departamental, donde tenemos dos tercios.

Entonces esta gestión puede caracterizarse por una parálisis y una confrontación inviabilizadora o por una actitud más inteligente que busque una coordinación entre los ejecutivos seccionales, la Asamblea y el nivel nacional de gobierno. Veremos qué camino elige el señor Oliva.

EP: Usted indica que el 80% de los recursos se transfirió a las secciones municipales, ¿no se habrá convertido la Gobernación en una mera distribuidora de dinero? Porque algo que se cuestionó a la actual gestión es la falta de fiscalización a los ejecutivos seccionales.  Se sabe que recibieron gran cantidad de recursos, pero lo que no se ve es qué hicieron

RR: Es que hay que ir a las provincias. Cuando vayas a las provincias te vas a encontrar una realidad muy cambiada. Hemos visto por ejemplo en Yuticancha, en la zona alta, una pequeña población que se caracteriza por ganar los concursos en producción de llama, que tiene hoy un proyecto de introducción de la alpaca, tienen sus viviendas refaccionadas, invernaderos, un sistema eólico solar que da 6,5 kilovatios a un centro de tecnologías, y muchos otros proyectos. Hay un cambio sustancial en las zonas rurales. Se tienen escuelas nuevas, coliseos, centros productivos. Es otra realidad en Yunchará, Iscayachi y El Puente.

Lo propio en el Chaco, se han construido caminos importantes, como Caraparí-Choere, se tiene hospital de tercer nivel en Yacuiba, caminos muy importantes en zonas productivas de Villa Montes.

EP: ¿Esta distribución de recursos no habrá dado paso al despilfarro? Vemos Villa Montes por ejemplo, según un reportaje que publicó un medio nacional, que están construyendo un coliseo de básquet con un piso traído desde EEUU, pero esta población sufre por agua. En Entre Ríos hasta 2014 vimos varias obras paralizadas, en Bermejo se construyó un gran complejo deportivo y también sufre falta de agua.

RR: Si, yo creo que se tocó un tema importante, que es parte del aprendizaje de la gestión pública. En un gobierno campesino la fiscalización de los medios y de los asambleístas parecía estar exclusivamente concentrada en lo que hacía Lino, es decir, en un 5% del presupuesto. Obviamente ha sido más relajado en el 80% con el que actuaban los ejecutivos seccionales. Eso es evidente lo que usted señala, por alguna razón, que hasta ahora no acabo de entender, la Asamblea, los medios, concentraron sus esfuerzos de fiscalización en el 10% del presupuesto y en las unidades seccionales con controles menos estrictos la inversión pública se desató de una manera sin precedentes.

El año pasado hemos logrado, con el presupuesto más alto de Bolivia, dos veces mayor que Santa Cruz  y cuatro veces mayor Chuquisaca, 84% de ejecución presupuestaria. Entonces ese alto nivel de ejecución se lo debe a la profunda descentralización y controles menos estrictos y en algunos casos inexistentes en las unidades seccionales.

Es necesario entonces hacer un esfuerzo por determinar qué pasó ahí. Por eso también se puede explicar lo de Cercado que hace dos años gastaba 700.000 bolivianos y el año pasado gastó 14 millones. También estaban sobre ellos los ojos de la prensa, de la Asamblea, de la Contraloría, de todos, y seguramente se asustaron y tuvieron los mismos problemas que la administración central.

Ahora ¿hay o no hay despilfarro? y ¿quién debe juzgar eso? Yo creo que en buena parte son los electores y así lo hicieron. En Villa Montes, por ejemplo, no ganó Rubén Vaca, ganó Robert Ruiz. Ahí se destruyó el mito de que estos grandes zares iban a poder hacer cualquier cosa. No, estos ejecutivos tuvieron sus buenos aciertos, pero tal vez cometieron errores y sus electores decidieron un cambio.

El tema de si es o no necesario en Villa Montes un coliseo de básquet con esas características está en discusión. Si tú dices que no tiene ni agua, tal vez no tenga ni basquetbolistas porque los villamonteños son más futbolistas, pero es algo que han priorizado y decidido en un contexto único en Bolivia que es el de la Asamblea Regional del Chaco, que tiene potestad normativa, fiscalizadora y que es la primera instancia de control. Entonces ahí habrá que saber qué pasó, si era o no prioritario.

En el pasado se cometieron errores aún más groseros. Se construyó una villa olímpica con cinco millones de dólares y en esa zona tampoco hay agua, nunca se resolvió cómo iban a llenar esa piscina.

EP: ¿Qué gestión se puede hacer con ese 5% que usted menciona? ¿Qué queda para la administración directiva?

RR: En inversión pública estoy hablando, porque debe ser un poco mayor al 10 o 12% al total de recursos que incluyen programas, planes de funcionamiento, etc. Yo diría que la gestión que se debe hacer es una de coordinación y consensos, por ejemplo lo que hemos hecho con caminos. La cumbre vial departamental ha logrado canalizar decenas de millones de dólares a un objetivo de estrategia común, pero ejecutado descentralizadamente. Cada uno pone su parte porque está el interés de su provincia, del departamento y del país.

EP: Pero si la Gobernación, como institución, quiere encarar un proyecto en particular, ¿qué puede hacer con ese 5%?

RR: La Gobernación son las provincias, ése es el chip que hay que cambiar. No es la Gobernación que era antes, un sistema centralista y establecido en la capital, lo que criticábamos de La Paz, donde se tomaban las decisiones por todos. Hoy, en el marco del desarrollo autonómico, la Gobernación es la suma de las partes. No es un único que se impone a todos, por eso hablo de consensos. ¿Ahora qué puedes hacer con un 5% del presupuesto? Puedes hacer muchas cosas porque no es despreciable, pero en las líneas estratégicas, como caminos y energía, o logras consenso o vas a fracasar.

EP: Entonces lo que usted quiere decir que Cercado está mal pero las provincias están bien

RR: Yo no diría que Cercado está mal.

EP: Pero no tiene ni servicios básicos, cada año se sufre por agua

RR: He escuchado que Tarija se cae a pedazos, pero si revisas los índices de consumo de cemento, el crecimiento de las construcciones, verás un desarrollo sin precedentes.

EP: ¿Pero y lo productivo?

RR: En lo productivo tienes problemas, pero es un tema muy aparte. En lo que se refiere a servicios hemos tenido que enfrentar problemas que emergen del marco competencia. ¿Quién tenía que solucionar eso? ¿La Gobernación? Me refiero a la falta de agua. Le correspondía al Municipio, pero a ellos tampoco les vamos a echar la toda la culpa, ellos han heredado Cosaalt que es el nivel central que le da esa competencia. Ahí tenemos una Cooperativa que no tiene capacidad tecnológica ni financiera, no tiene músculos para hacer una obra importante. Entonces el tema del agua potable es un tema no resuelto y es una bomba  de tiempo en nuestras manos.

Nosotros nos hicimos cargo de la planta de tratamiento de aguas residuales y fue un error, pero lo así lo hizo Mario Cossío el 2010. Pero tampoco le echaremos la culpa en este caso, se quiso hacer este proyecto, pero siempre hubo un rechazo frontal por distintos sectores.

EP: Usted ha sido una de las personas que más defendió la gestión de Lino Condori, ¿no se siente solo en esto? Porque vimos a dirigentes del MAS y al propio presidente Evo indicar que perdieron las elecciones departamentales porque hubo una mala gestión en la Gobernación.

RR: No estoy diciendo que la gestión fue perfecta. Lo que defiendo es que a pesar de las limitaciones don Lino hizo mucho por dar una orientación a la autonomía, descentralizando recursos y potenciando a los sectores más vulnerables. Se han hecho muchas cosas.

Pero, como decía un compañero cubano, ni es el paraíso que quisiéramos que fuera ni el infierno que otros se esfuerzan en mostrar. Lo mismo podemos decir de esta gestión, no es el infierno que se esfuerzan en mostrar algunos sectores radicales, interesados, mezquinos de la oposición, pero obviamente no fue el paraíso que queríamos por múltiples problemas que tienen que ver desde el capital humano hasta el hecho de que por primera vez campesinos estaban a cargo de secretarías, hombres de campo que estaban asumiendo grandes responsabilidades.

EP: ¿Y qué errores reconoce como los graves de esta gestión?

RR: Yo diría que ha sido el no haber tenido la suficiente firmeza, don Lino, para poner coto a presiones que venían desde el campo político y de las organizaciones sociales. Esto ha llevado también a que en muchas de las secretarías no tengan un personal idóneo y que se infle innecesariamente la burocracia, eso es verdad.

EP: ¿Y la corrupción?

RR: En temas de corrupción, a diferencia del pasado, cuando se organizaba desde la cabeza, Cossío, el hermano, el mismo Lea Plaza, ellos organizaban los grandes negocios y coimas millonarias, como lo confesó el hermano de Mario Cossío, no he advertido que don Lino haya estado participando en un acto de esa magnitud.

Las denuncias que él tiene son por decisiones que él ha tomado. Por ejemplo, Iscayachi-Final Copacabana, la denuncia es porque la empresa supuestamente no tiene la suficiente experiencia, no porque Lino haya recibido coima o comisiones.

La Condorvía, luego de varios arreglos y cambios, el ingeniero Meriles le advierte a Lino que había un anticipo y en base a ese informe Lino frena la entrega de cualquier anticipo y plantea la resolución del contrato. Eso estuvo durante meses en disputa, y aparece la denuncia de Lea Plaza, pero ya estaba paralizado y no se  había entregado ni un peso. Ése fue el caso más bullado y decían que “casi” se hizo un proyecto con sobreprecio, pero fue Lino quien lo frenó. Entonces el argumento era “casi hicieron negocio”, pero nunca lograron demostrar que don Lino haya trabajado en ese sobreprecio y que eso se haya traducido en un contrato vigente.

¿Qué otro? Canal fantasma, era un contrato por 2.000 dólares que tampoco lo pagaron, porque ese medio nunca logró acreditar su licencia de funcionamiento.

Lo que evidentemente hubo fueron rateros de quinta, que cobraban demás al comprar papel o que hicieron negocios con algunos mecánicos, que vendieron repuestos, la corruptela de mandos medios que la encuentras hasta en el Vaticano, que hay que combatir con sistemas más transparentes.

EP: Luego de haber participado en reuniones del MAS, de haber compartido más de cerca con el presidente Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera, ¿cómo ve ahora el proceso de cambio?

RR: Contrariamente a que lo mucha gente puede creer, yo no he tenido un contacto tan fluido como esperaba. Los contactos han sido más bien esporádicos y en todo caso no exentos de algunas controversias. Con el Vicepresidente tengo una amistad de hace mucho tiempo, pero eso no implica que yo vaya a asumir sus declaraciones como la palabra de Dios. Muchas veces le he contestado, en público y en privado, como cuando ha hecho desafortunadas declaraciones con relación a la gobernación de don Lino sin conocer, entonces hemos tenido algunas discusiones.

Y con Evo hemos tenido una relación muy cordial. A veces he recibido críticas de él por temas infundados, que las he aclarado rápidamente, aunque tengo pendientes algunas reuniones con él. Yo le tengo un aprecio personal, podemos discrepar en algunos aspectos de la política, pero estoy dispuesto a respaldarlo por mucho tiempo. Yo voy a seguir siendo un hombre del proceso.

Yo considero que estos compañeros son muy valiosos para el proceso de cambio y que obviamente, como todo proceso político, no está exento de riesgos y de peligros. Existen motores positivos del proceso, pero también existen frenos. La estructura del partido requiere redefinirse, necesitamos redefinir la forma en la que la gente participa en el MAS, necesita modernizar su estructura, unirse de verdad a sectores progresistas de la clase media y preservar su núcleo popular.

“Lo que hubo fueron rateros de quinta, que cobraban demás al comprar papel o que hicieron negocios con algunos mecánicos, que vendieron repuestos, la corruptela de mandos medios”

“El año pasado hemos logrado, con el presupuesto más alto de Bolivia, dos veces mayor que Santa Cruz  y cuatro veces mayor Chuquisaca, 84% de ejecución presupuestaria”