Según el excanciller Armando Loaysa, El Vaticano sigue desde 1880 todos los antecedentes de la Guerra del Pacífico y el relacionamiento bilateral en torno a la demanda marítima.
ANF y Página Siete / La Paz.- Con la llegada del Papa Francisco a Bolivia del 8 al 10 de julio, y la reciente reunión del máximo pontífice con la presidenta chilena Michele Bachelet, el embajador de Bolivia ante El Vaticano, Armando Loayza dijo que la Iglesia Católica podría incidir de manera positiva en la política tan rígida que tiene Chile respecto a la demanda marítima boliviana.
«No debiéramos preocuparnos que la señora Bachelet le haga conocer hoy mismo su posición al Papa en la reunión en El Vaticano, porque Bolivia lo ha hecho conocer y hará conocer su postura en Roma», dijo el embajador. Según Loayza, el Papa Francisco en principio del equilibrio que guarda no podría inclinarse a favor de la demanda marítima que se encuentra en la Corte Interamericana de Justicia (CIJ) en La Haya.
Sin embargo dijo que «la presencia y el influjo de la Iglesia Católica boliviana y chilena puede ayudar a flexibilizar la rígida posición sobre todo de Chile que desarrolla en La Haya». Según el excanciller, El Vaticano acompañó el tema marítimo y las consecuencias de la Guerra del Pacífico desde 1880 -un año después de la invasión chilena- a través de sus enviados especiales que elaboraron informes.
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«El verificativo del conocimiento que tiene El Vaticano sobre este tema es la visita del Papa Juan Pablo II dijo que la demanda marítima debía ser resuelta bajo principios de la justicia y del derecho, y como digo, El Vaticano tiene un perfecto conocimiento de cuanto acontece entre Bolivia y Chile», manifestó.
La CIJ analiza los alegatos presentados por los equipos jurídicos de Bolivia y Chile, para determinar en los próximos meses si se declara competente o no para pronunciarse sobre la demanda marítima boliviana que busca una salida soberana al Océano Pacífico. Loayza destacó la visita del Papa a Bolivia, que sin duda generará una renovación espiritual muy profunda no sólo entre los católicos sino también entre aquellos que profesan otras religiones.
«Voy a estar con el Papa durante su visita y luego me tocará atender mi tarea en la sede apostólica, es la segunda vez y lo hago con mucha ilusión», señaló en inmediaciones de la plaza Murillo. El programa oficial que cumplirá el Papa durante 60 horas de estadía en el país, según Loayza, el mismo que fue concertado entre la comisión de El Vaticano, La Conferencia Episcopal Boliviana y el gobierno, según Loayza es muy completo, ya que contempla actividades eucarísticas, visita a los internos de la cárcel de Palmasola así como una gran misa con las organizaciones sociales, entre otras.