El presidente Evo Morales acaba de saltar al ruedo mediático por segunda vez para defender al titular de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, acusado por la fiscalía norteamericana de encabezar el llamado Cártel de los Soles y de ser, por lo tanto, uno de los principales capos narcos del continente.Según Morales, todo es una nueva conjura imperial para “dividirnos y saquear nuestros recursos naturales”, a lo que cabe preguntarse por qué las investigaciones de la fiscalía de Estados Unidos son buenas para el cocalero cuando involucran a la FIFA, pero súbitamente se vuelven perversas al monitorear el macro-tráfico de droga.La defensa de Evo a Diosdado parece cimentar versiones como la esgrimida desde España por el exiliado coronel Germán Cardona, quien habla de un Cártel de las Estrellas en Bolivia como subsidiario del Cártel de los Soles, integrado por altos oficiales militares y policiales y tutelado por el ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana.Agreguemos a esto el marcado interés de ambos gobiernos, boliviano y venezolano, por la construcción de la carretera por el TIPNIS, la misma que el ex candidato presidencial brasileño José Serra bautizara como “la autopista de la cocaína”, y concluiremos hamletianamente que algo huele muy mal en el bloque de la ALBA…[email protected]