Los neo-comunistas del siglo XXI tendrán su congreso internacional en pocos días más en Atenas, aprovechando el hecho de que ahora el gobierno helénico está en manos del partido Syriza, de izquierda populista radical.El denominado “Resistance Festival” reunirá a personajes de la misma línea ideológica procedentes de diversas latitudes, incluyendo al vicepresidente boliviano Álvaro García Linera; el asesor de Telesur y crítico de Israel, Tariq Alí; y al teórico neo-marxista Samir Amin, partidario de “desconectar” a los países subdesarrollados del sistema económico mundial.El año pasado los oradores principales del evento fueron el anfitrión, el premier griego Alexis Tsipras, y el aspirante al gobierno español, Pablo Iglesias (Podemos).Tsipras llegó al gobierno luego de que los partidos históricos de la democracia griega, el conservador Nueva Democracia y el socialista PASOK, decidieran poner fin al tradicional sistema de “gastos sin impuestos”, la versión local del Estado de Bienestar, a raíz del gigantesco déficit acumulado.Fue la oportunidad para que un demagogo como Tsipras alcanzara el poder, alegando que el país podía negarse a los “perversos” planes de austeridad, propuestos por los países europeos a los que Grecia acude en busca de préstamos de salvataje.Los resultados inmediatos del acceso de Syriza a la estructura gubernamental han sido el copamiento de las instituciones públicas por militantes poco calificados, el congelamiento de las inversiones, la fuga masiva de depósitos y el aislamiento en el Eurogrupo.Por su parte, sobre Pablo Iglesias pesan serios indicios de haber recibido un millonario financiamiento de varios regímenes de la ALBA, como Venezuela, Ecuador y Bolivia, primero a cambio de sus servicios como redactor de las Constituciones “endógenas y antiimperialistas” de estos países, y luego como potencial aliado estratégico en caso de llegar al gobierno (el coronel exiliado Germán Cardona advierte que el verdadero objetivo del pacto es convertir a España en la “puerta de entrada” de la cocaína a Europa).Esperemos que los gastos de participación del vicepresidente en este bizarro encuentro antiliberal sean costeados por él mismo o por lo organizadores del evento, y que no corran por cuenta del Tesoro General del Estado…[email protected]