Carlos Federico Valverde BravoHay que reconocer que el histrionismo del vicepresidente para distraer la atención es único; siempre da argumentos para hablar de él (a lo mejor es lo que se busca). Recién nomás don Álvaro se despachó: “Detrás de Belaunde se ha revelado una red mafiosa de protección de corruptos, de delincuentes, con mucho dinero y muy influyentes… es importante que la población sepa que hay una red tenebrosa… que protege a corruptos… y qué más estará haciendo”.Evidentemente, más allá de lo anecdótico, esa declaración le hace un flaco favor al Gobierno de un país que tiene muy mala prensa con relación a la corrupción institucional. Efectivamente, escuchamos al ‘vice’ referirse a lo corruptas que son nuestras instituciones, dado que mencionó a abogados, a funcionarios de Gobierno, a policías y al Poder Judicial. No soy quién para contradecir al ‘vice’, pero creo que ahora se debe demostrar que lo denunciado por él es evidente y que se ha descubierto hasta dónde alcanza la “red tenebrosa… que protege a corruptos”. De no hacerlo, estaríamos frente a un caso de evidente encubrimiento. Las preguntas que siguen, lógicamente, son: ¿quién es el abogado Valda?, ¿es el jefe de la red o, simplemente, un ejecutor de órdenes?, ¿hasta dónde logró esa red penetrar a la Policía?, ¿qué otros espacios del Poder Ejecutivo fueron ‘cooptados’ por el esquema corrupto?, ¿qué otros casos se conocen del mismo equipo y cuáles son los resultados obtenidos? Si esas preguntas básicas no son respondidas, como no lo serán, tenemos necesariamente que plantearnos la posibilidad de que el ‘vice’ está aplicando al pueblo boliviano el cuento de Juanito y el lobo (cuando el lobo llegó, se comió a Juanito porque mintió mucho sobre la ‘llegada’ del lobo).Es muy difícil creer que una ‘red’ mafiosa de las características detalladas por don Álvaro termine abandonando a su financiador en un pueblo de Beni después de tres días de escapar, evidentemente solo; es absurdamente imposible que ello sea así. Y lo último: el ‘vice’ llega al extremo de asegurar que ‘esa’ red puede intentar vengarse, “comenzando por el presidente Evo”. En este caso es necesario preguntarse: ¿adónde va la idea del atentado contra Evo Morales?, ¿a quién busca librar de ‘sospechas’ y a quién beneficia?El Deber – Santa Cruz