La secretaria general de la asociación de suboficiales y sargentos, Cecilia Calani, contó que sufrió amenazas y traslados después de haber sentado denuncias por corrupción.
ANF y El Deber Digital
La sargenta Cecilia Calani, secretaria general de Asociación Nacional de Suboficiales, Sargentos, Clases y Policías (ANSCLAPOL) reconoció que es «extraordinariamente difícil» ir contra la «mafia» que existe dentro de la Policía Boliviana.
«A nivel nacional y departamental muchas veces han presentado denuncias al ministerio Público, siempre es a medias, no se puede ir contra esa mafia. Para mí es una organización grandiosa, es muy difícil.
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(…) Cuando he denunciado en 2011, 2012, 2013, 2014, yo ya he sufrido de manera directa (…) vienen amenazas, otros destinos», informó Calani a Erbol.
La sargenta señaló que llama a entablar una mesa de trabajo conjunta entre ANSCLAPOL, el Gobierno y quién corresponda «para poder salir de este tema tan delicado, para luchar contra la corrupción».
Aclaró que «no todos (los policías) son corruptos (…) la institución como tal es noble y digna, simplemente hay camaradas que actúan así».
Calani reiteró la necesidad de entablar mesas de trabajo que trasparenten la institución policial. «Dónde, cómo y cuándo se han dado estos hechos de corrupción» denunciados en semanas pasadas por la exsubcomandante de la policía Roxana Chávez.
La dirigente de ANSCLAPOL aseguró que ella misma, pese a su calidad de secretaria general, también ha sufrido amenazas por querer denunciar hechos de corrupción. «Mi persona también ha sufrido amenazas, hay que arriesgar (incluso) a los hijos«.