¿Hay algo peor que levantarnos un sábado o domingo por la mañana, darnos cuenta que la casa es un caos y saber que tenemos que ponernos a limpiar? ¡Pocas cosas son más desmoralizadoras que esa!
Por eso te enseñamos estos hábitos simples que mantendrán tu casa limpia aún si tienes niños.
Hacer un poquito aquí y otro poquito por allí mantendrá tu casa ordenada y limpia durante la semana, ¡y podrás descansar el fin de semana!
1. Estira el edredón hasta las almohadas
Como la cama ocupa mucho espacio, estirar el edredón o la colcha hasta las almohadas hará que tu habitación se vea mucho más limpia, incluso si no has podido tender la cama realmente.
2. Comienza el día lavando ropa
Para que la ropa no se acumule, al levantarse de la cama coloca una carga de ropa en la lavadora. Una vez que hayas terminado el desayuno, pon la ropa en la secadora o cuélgala.Lavar una carga de ropa todos los días hará que llegues al fin de semana sin ropa sucia para lavar.
3. Limpia el lavabo
Justo después de secarte las manos, tómate unos segundos para limpiar rápidamente el lavabo del baño con una toallita de bebé.Así eliminarás manchas y mantendrá un aspecto agradable.
4. Descarga el lavavajillas antes del desayuno
Si descargas el lavavajillas antes del desayuno, cuando haya un plato sucio lo puedes poner directamente en el lavavajillas.Así no habrá platos sucios amontonados en el fregadero ni en la mesada mostrador. Y acostúmbrate a encender el lavaplatos justo antes de acostarte.
5. Deja tus zapatos en la puerta
Los zapatos traen rastros de tierra, barro, hierba, heces, residuos, goma de mascar, hojas secas y mucho más. Si te quitas los zapatos en la entrada, no tendrás que limpiar los pisos con tanta frecuencia.
6. Ordena las áreas comunes antes de cenar
No tienes por qué ordenar tú las áreas comunes antes de cenar; pídele a tus hijos, o a tu pareja, que te ayude a hacerlo, y luego recompénsalos con una sabrosa comida.
7. Prepárate para el día siguiente
Una vez que los niños están dormidos, saca del armario la ropa de todos para el día siguiente, prepara los almuerzos, y deja a mano todo lo que necesitarás para el desayuno. Y, por supuesto, no te olvides de encender el lavavajillas.Fuente: www.imujer.com