Está con los ojos rojos, después de ser sometido a dos cirugías en el lapso de dos meses.Daniel Dueñas tuvo un desprendimiento de retina que le tomará una recuperación de ocho meses.Está trabajando como siempre, cumpliendo su rol de subjefe de prensa de Unitel, pero se tomó un receso de 30 días, y hace tres semanas que su cara bonita retornó a la pantalla nocturna, en la edición central de la red.Apenas hace un año le tocó ser la noticia, cuando un hombre se le cruzó mientras conducía. Fácil es una palabra que no le calza a Daniel desde hace un tiempo y, sin embargo, con los ojos rojos, tiene la sonrisa tan blanca y resplandeciente como siempre.“Los dramas siempre suceden, en todas partes. Tener lástima de mí mismo sería egoísta. Quedé con una lección, que todo sucede por alguna razón y no tiene nada que ver con merecerlas o no. Cada crisis me acercó más a la oración, aprendí a ser más paciente, a no perderme en lo pequeño, a adaptarme, a madurar. En el caso del accidente, hice las cosas de la forma correcta, por eso las tomé con tranquilidad cuando sucedieron”, confiesa.Posiblemente, la fortaleza de Daniel radique en su hogar, que le dio su apoyo incondicional en todo momento. “Mi esposa fue todo, ella y mis padres que vinieron de La Paz para ayudarme. Es la base de todo, una pareja es capaz de levantarte o derrumbarte, de destruirte. Si estás bien en tu casa, estás bien en todo”, asegura Daniel, que comparte con Nayra Deheza, su media naranja, la crianza de sus dos hijos: Mateo (7) y Valentina (5).“Soy bastante hogareño, el tiempo que tengo libre lo uso para estar en casa”, dice quien no sabe de boliches.
Fuente: www.eldeber.com.bo