SON INVESTIGADOS DESDE EL 2010.
10 personas allegadas al presidente Evo Morales han sido señaladas por la DEA, expulsada del país. – Archivo La Prensa
laprensa.com.bo
Carlos Toro, es identificado como el informante de «el caso Bolivia» en el que incluso se vincula al padre del Vicepresidente del Estado.
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Un grupo de altos funcionarios del círculo cercano al presidente de Bolivia, Evo Morales, están supuestamente bajo la lupa de las autoridades de Estados Unidos (EE UU), que los acusa de narcotráfico, según dijo un informante de la Agencia Antidrogas (DEA) en un documento judicial al que accedió Efe.
Entre los investigados se encuentran Walter Álvarez Agramonte, piloto del avión oficial del presidente, y Faustino Giménez, un ciudadano argentino que trabaja para el Gobierno en minería y que es «amigo» del vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, según revela este documento judicial.
También es mencionado el padre de García Linera, Raúl García, fallecido en 2011.
La información sobre esta «operación en curso» la desveló Carlos Toro, informante para la DEA entre 1986 y 2015, quien interpuso el 8 de septiembre una demanda contra el Gobierno estadounidense, al que reclama cinco millones de dólares para que reconozca su papel en diferentes investigaciones, como la que su abogado llama «el caso Bolivia».
Esta alusión aparece en varias ocasiones en la demanda, en la que la fuente de la DEA destaca que tres de las personas que supuestamente ayudó a descubrir —Agramonte, Giménez y García— son «objetivo del caso Bolivia» que es investigado por la oficina de la Agencia Antidrogas en Asunción, la capital paraguaya.
«Raúl García, padre del vicepresidente Álvaro García Linera. Objetivo del caso Bolivia dirigido por la oficina de la DEA en Asunción», reza la denuncia, que hace una descripción similar de los datos del resto de personas investigadas y que fue interpuesta ante el Tribunal de Reclamaciones Federales, en Washington, EEUU.
«Walter Álvarez Agramonte. General en activo de la Fuerza Aérea Boliviana. Objetivo del caso Bolivia dirigido por la oficina de la DEA en Asunción», detalla también el documento judicial.
LA LISTA. La lista de investigados, siempre según el informante de la DEA, se completa con Yidua Katty Orosco Torres, también conocida como Katy Alcoreza, una antigua policía nacional que ahora, como agente de los servicios de inteligencia y espionaje, dice, se dedica supuestamente a proteger a Morales y a un fiscal, cuyo nombre no se identifica en la denuncia.
Según la demanda, el informante jugó un papel «esencial» en la supuesta investigación de la DEA sobre el círculo cercano de Morales, así como en el procesamiento del capo del Cartel de Medellín Carlos Lehder y del exdictador panameño Manuel Antonio Noriega, condenado por ayudar a este cartel a introducir droga en Estados Unidos.
Ésta no es la primera vez que las acusaciones de narcotráfico alcanzan a altos cargos de la esfera política de Bolivia.
GENERAL DETENIDO. En 2011 un alto jefe policial boliviano, el general René Sanabria, quien fue director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), fue condenado en EEUU a 14 años de prisión por conspirar para trasladar cocaína a ese país.
Otro excomandante nacional de la Policía, el general Óscar Nina, se enfrenta desde marzo en Bolivia a un proceso por enriquecimiento ilícito, blanqueo de capitales y vínculos con el narcotraficante mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán, quien en julio pasado se fugó de una cárcel de su país.
RESERVA. Al ser preguntado por Efe, un portavoz de la DEA rechazó realizar algún comentario sobre esta demanda y la supuesta investigación de la Agencia Antidrogas, que adelantó este martes The Huffington Post.
En 2008, Morales, quien mantiene el cargo de presidente del Comité de Coordinación de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba, la principal organización de cultivadores de la planta de coca del país, expulsó de Bolivia a la DEA y al, hasta entonces, embajador de EEUU, Philip Goldberg.
En el momento de su expulsión, Morales acusó a la DEA y a Goldberg de ser parte de un plan de conspiración contra su Gobierno, denuncia que Washington rechazó tajantemente y replicó echando al embajador boliviano Gustavo Guzmán.
Desde la expulsión mutua de embajadores, las relaciones entre ambas naciones se conducen a nivel de los encargados de negocios.
LA DROGA INTERNADA A BRASIL ES BOLIVIANA Y PERUANA. Según la policía federal de Río de Janeiro, Brasil, la mayoría de la cocaína comercializada en ese lugar es boliviana y peruana. En total, el 80 por ciento de la droga consumida en ese Estado viene de Bolivia. El informe señala que desde que Evo Morales asumió la presidencia de Bolivia el 2006 “la conocida tolerancia y el bajo control de la materia prima, hoja de coca, se transformó en una abierta complicidad”.
CAPTURA. El informe destaca que a pesar de la reducida cantidad de uniformados existentes en Guayaramerín, se logró capturar al famoso narco brasileño Roque Cardoso, que controlaba el crimen en una de las favelas de Río de Janeiro.
AUTORIDADES Y UNA EXMISS FUERON RELACIONADOS CON DROGAS. Un reportaje denominado «Los aviones de la cocaína en Bolivia», publicado por la revista brasileña VEJA, ya señalaba al vicepresidente Alvaro García Linera y al ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana de promover el narcotráfico con Venezuela e Irán. En los últimos años, según la nota, aviones venezolanos sobrevuelan el territorio brasileño para llevar a Bolivia tropas, armas y materiales militares. De allá, añade, retornan a Venezuela con toneladas de cocaína. Parte de esa droga era embarcada en vuelo comercial con destino a Damasco y Teherán. También fue mencionada la exmiss Bolivia, Jessica Jordan.
Fuente: laprensa.com.bo