Se cumple la farsa de la presentación del proyecto re-re-reeleccionista por parte de los teledirigidos “movimientos sociales”, iniciativa jurídicamente diseñada por el Procurador del Estado, en desmedro del tiempo que debería dedicar a la defensa de los intereses públicos de Bolivia.El proyecto, al que podríamos bautizar “Evo 2030”, contempla la reelección por dos mandatos más, lo que en la práctica significa eternizarse “de a poquito”, evitando el extremo odioso de la reelección indefinida, ampliamente rechazada por la ciudadanía de acuerdo a los sondeos de opinión.En el fondo, esta “reelección indefinida en cuotas” fue el plan desde el inicio, cuando se manejó la idea reeleccionista en la Asamblea Constituyente, eligiendo de manera táctica la maniobra envolvente de la “repostulación” por un solo periodo, plasmada en una disposición transitoria y en un compromiso ante la OEA, ambos flagrantemente incumplidos.Sucede que en la curiosa aritmética plurinacional del “proceso de cambio”, un solo periodo significa dos y dos mandatos bien podrían ser cuatro. Solo hace falta sacar de la galera un cambio de nombre del Estado, por ejemplo.Como la alternancia es sólo “una teoría burguesa” (Raúl Correa dixit), Evo Morales puede afirmar muy suelto de cuerpo que su re-re es “una decisión democrática del pueblo”, mientras sus corifeos, como el llunku-ministro de educación, se ocupan de remarcar que “no es un presidente cualquiera”.Farsa tras farsa, condimentadas con infamia…[email protected]