QUÉ SUCEDIÓ. Se logró escuchar el audio de la caja negra del avión de Aerocon siniestrado en Riberalta. Un asesor en accidente en aviación cuenta que un 90 por ciento se debió a un “viento cortante”. Cuestionó que no se mejoren los aeropuertos.
Después de casi dos años de la tragedia del avión Metro 3 de la línea aérea Aerocon con matrícula CP-2754, ocurida el 3 de noviembre de 2013 en Riberalta, se destapa una serie de irregularidades que no solo responde a un error humano, sino también, a una corresponsabilidad de otras instancias llamada a fiscalizar las operaciones aéreas.
Se tuvo acceso al audio de la “caja negra” que registró la conversación en cabina entre el piloto y copiloto, Kevin Roca Alpire y Cecilia Tapia Salinas, respectivamente, durante el itinerario hasta cuando se precipita a tierra. El audio tiene un tiempo de duración de 33 minutos y durante ese espacio se contabiliza 17 cortes donde los tripulantes se refiere al mal tiempo reinante que había en Riberalta, el contacto que sostuvieron con la torre de Guayaramerín que era la otra opción para aterrizar.
El Cap. Humberto Nuñez del Prado, asesor en investigación de accidentes de Aviación, explicó que lo que hizo caer al avión fue realmente un “viento cortante” de atrás y lo tiró hacia abajo, entonces este avión perdió la sustentación, esto fue lo que causó que el avión se vuelque y se caiga. En el audio se escucha a la copiloto mencionar que existía “cúmulo” -nube negra cargada de agua- en la cabecera de la pista que impedía la visibilidad.
“Hay mal tiempo, aquí empieza las nubes, hay nubes grandes al frente, vamos hacer la aproximación, el cúmulo esta ahí”, son algunas de las conversaciones entre la tripulación que cuando estaba cinco minutos antes de aterrizar empezaron más a preocuparse y fue así que preguntan ¿si no se puede aterrizar en Riberalta, se lo podía hacer en Guayaramerín? Fue entonces que desde la torre de Guayaramerín se escucha decir: “sino puede ingresar a Riberalta venite para aquí”. De pronto se escucha decir al piloto en la conversación con la torre de Riberalta “me voy a entrar con viento de cola”.
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Estaban a mil metros de la cabecera y la visibilidad era mínima. Sin embargo, diez segundo antes de estrellarse el avión, la copiloto Cecilia Tapia, se le escuchó decir: ¡Cuidado! ¡esta nube negra esta fea…! Dios mío …Dios mío …Dios mío…. gritos no no se volvió a escuchar. La copiloto poco después de estar en el aire fue quien empezó a sentir una sensación de que algo podía ocurrir pero que ni ella misma tenía una explicación.
LA OTRA CAJA NEGRA
La Flight Data Recorder, es la que registra los parámetros técnicos durante las últimas 25 horas de vuelo. Al respecto, el Cap. Humberto Nuñez del Prado, explicaba que el avión tenía dos cajas negras, la primera es la que registra la voz en la cabina y la segunda es la que registra el nivel de vuelo, la velocidad, la altura y los movimientos del avión.
Sin embargo, considera que esa segunda caja negra al momento del accidente no servía. Esa caja se arruinó muchos meses atrás y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) no hizo nada para poner en tierra dicha aeronave”, entatizó.
En aquella época, indicó que la persona que estaba a cargo de la DGAC era el Gral. Luis Coimbra, aquella autoridad que curiosamente formó parte de la comisión investigadora, subrayó. Cuestionó el informe que brindó hora después el entonces director de la DGAC acusando de error humano la causa del accidente siendo que se había permitido que la nave vuele con la caja Flight Data Recorder, arruinada.
Explicó que cuando ocurre un accidente aéreo antes de brindar un informe final se debe conocer la grabación de las dos cajas negras, a partir de ahí se puede recien sacar conclusiones. Nuñez, indicó que pudo conversar con cinco pasajeros que quedaron heridos y se lo llevaron a La Paz. Todos habían manifestado que el accidente se debió al mal tiempo ya que se encontraban en un canal negro (nube con agua).
Fuente: El Mundo