Carlos Federico Valverde BravoLenin escribió: “Hay una locución latina, cui prodest, que significa “¿a quién beneficia?”. Cuando no se ve inmediatamente qué grupos, fuerzas o conglomeraciones políticos o sociales defienden determinadas propuestas, medidas, etc., debe preguntarse siempre: “¿A quién beneficia?” (Obras. Tomo V, 1913-1916). ¿A qué viene esto? Pues el ministro Quintana, malinterpretando un libro con documentos de WikiLeaks (desmentido por sus autores), denunció que EEUU “pretendió generar inestabilidad política en el país entre 2007 y 2008, en complicidad con prefectos de la derecha” y que, por si fuera poco, se tenía como plan B asesinar al presidente.Lenin: “No, en política no importa tanto quién sostiene directamente determinadas ideas. Lo que importa es a quién benefician esas ideas, esas propuestas o medidas”. Y entonces yo hurgué en mi memoria e inmediatamente me pregunté “a quién beneficiaba” la denuncia de Quintana, porque, claro, a nadie en su sano juicio se le iba a ocurrir que, de ser defenestrado don Evo, a alguno de los prefectos se le hubiera ocurrido tratar de hacerse del cargo ‘vacante’; ello no hubiera sido posible por el estado de insurgencia de las bases masistas y por una comunidad internacional y resistencia interna no masista que no hubiese permitido otro golpe en el país. Si no se permitía un golpe, seguramente se hubiera pasado al plan B denunciado, es decir, asesinar a don Evo, y ¡voilá!, lo que hubiese ocurrido: el vicepresidente se habría hecho cargo de la Presidencia, un ‘vice’ que entonces trataba de hacer amigos en Santa Cruz (revisen los diarios).Lenin: “¡Distinguido público!, siente uno ganas de exclamar luego de haber oído todas esas frases de ‘patriotas’. No hagan caso de las palabras. ¡Fíjense mejor a quién beneficia!”. Dudo que alguno de los prefectos hubiera soñado ser presidente en esa circunstancia; la sucesión habría sido dramática y plañidera, pero sucesión al fin y, claro, don Álvaro García Linera a lo mejor no se hubiera casado con su bella esposa, Claudia, porque habría atado su existencia a su “amada Bolivia”. Y Lenin terminó diciendo: “He ahí a quiénes benefician la instigación del chauvinismo y la palabrería sobre ‘patriotismo’ (patriotismo de canon), defensa de la cultura (con armas que destruyen la cultura), etc.!”.El Deber – Santa Cruz